Normalidad en el inicio del curso en Lugo salvo en cuatro centros por las obras de reforma

El estado de los trabajos en los colegios de Casás, A Fonsagrada, Cervo y Foz motivó que muchos padres no llevaran a sus hijos a clase

El nuevo curso escolar arrancó este miércoles para cerca de 196.900 alumnos gallegos y para más de 20.300 escolares lucenses en una jornada que estuvo marcada por los contrastes. Mientras que en la mayoría de centros la normalidad fue la nota predominante, en cuatro colegios las protestas a la entrada de los centros fue la imagen más repetida. En Trabada, además, pudo continuar la unidad infantil en peligro al conseguir el Concello que se instalasen en el municipio dos familias y en Negueira de Muñiz reabrió la escuela siete años después.

El estado actual de las obras en los centros de Foz, Cervo, A Fonsagrada y Casás provocó que muchos padres tomaran la decisión de no llevar a sus hijos a la primera jornada escolar. La Xunta lamentó el sentir de las familias y defendió que ninguna de las actuaciones ejecutadas en los centros educativos impedía un desarrollo normal de las clases.

En Lugo capital está situación se vivió en el colegio de Casás. Según su directora, Verónica Eiravella, tan solo un 50% del alumnado acudió a la primera jornada a pesar de que la conselleira de Educación, Carmen Pomar, garantizó la seguridad de los estudiantes durante su visita al centro el martes.

En los centros educativos de la Ribeira Sacra, Terra Chá y la comarca de Sarria no se registraron incidencias

De los más de 500 niños que se citaron en el centro educativo, entraron a clase aproximadamente 250 una vez que el anpa instó a los padres a no dejarles en al centro alegando que el edificio "no reúne unas condiciones".

"Esto es indignante. Las obras se licitaron en junio pero no empezaron hasta casi agosto. ¿Pero cómo va a estar el colegio listo para albergar a 500 alumnos si hace dos días no dejaban entrar ni a los profesores?", se preguntaba un miembro de la asociación.

Pese a que el colectivo trató de movilizar a los padres a la entrada, las familias acabaron concentrándose en el patio del colegio para seguir las instrucciones del jefe de estudios, Anxo Díaz, el encargado de explicar el estado de las obras.

Aunque sus palabras tranquilizaron a muchos padres, que tomaron la decisión de dejar a sus hijos en el colegio, muchos otros abandonaron el centro entre protestas y aseguraron que, al menos durante esta primera semana, sus hijos no se presentarán en sus respectivas aulas.

Educación asegura que las instalaciones estaban en perfectas condiciones para la primera jornada

Horas después, en el Parlamento de Galicia, la conselleira de Educación, Carmen Pomar, explicó que había llamado a la directora de Casás y esta le había asegurado que el colegio pudo desarrollar su actividad con normalidad.

Una situación similar a la de Casás se vivió en el colegio Santa María de A Fonsagrada. Allí, y detalló el alcalde de la localidad, Carlos López, los 91 escolares no acudieron al primer día de clase debido a la indignación y el malestar de los padres. "Completa improvisación da consellería de Educación no inicio do curso", criticó el regidor fonsagradino.

Los padres se apostaron a la entrada del colegio con chalecos amarillos para denunciar la situación. Sus hijos, por decisión de la jefatura territorial de la Xunta, arrancarán este jueves el curso pero lo harán en el IES Plurilingüe Fontem Albei, donde los profesores trasladaron este miércoles el material escolar.

En el colegio de Foz, aproximadamente el 50% de los estudiantes se presentaron al primer día de clase

En los centros educativos de Foz y Cervo también se vivieron escenas de nerviosismo por el estado actual de las obras. Ninguno de los 130 alumnos del colegio de Cervo acudió a clase y no será hasta el lunes cuando se incorporen de manera oficial.

Los padres agradecieron las obras pero aseguraron que la falta de higiene les obligó a velar por la seguridad de sus hijos. En el colegio de Foz, por su parte, aproximadamente el 50% de los estudiantes se presentaron al primer día de clase. Las razones de los que no lo hicieron es que creen que el centro no reúne condiciones.

En los centros educativos de la Ribeira Sacra, Terra Chá y la comarca de Sarria no se registraron incidencias y la primera jornada escolar discurrió sin incidentes.

El PSOE considera una irresponsabilidad iniciar el curso con obras y acusó a la Xunta de falta de planificación

RESPUESTA DE LA XUNTA. Aunque la Xunta explicó que el nuevo curso escolar "comezou con normalidade" en los 122 centros educativos de la provincia lucense, el ente autonómico se detuvo en el caso del colegio de A Fonsagrada, asegurando que la decisión de trasladar a los estudiantes al instituto Fontem Albei "tomouse para maior tranquilidade das familias, ao non existir inconvenientes pola proximidade dos dous centros".

En relación con el colegio de Cervo, la consellería de Educación lamentó la decisión de las familias de no llevar a sus hijos a clase. "Garantimos que as aulas están listas para que os escolares inicien as clases", afirmó.

Interpelada por la oposición en el Parlamento de Galicia, Carmen Pomar dio que "con demasiada frecuencia desde la oposición confunden la necesidad de hacer políticas educativas con politizar la educación" El delegado de la Xunta en Lugo, José Manuel Balseiro, que acudió al primer día de clase al Luís Pimentel, aseguró que "salvo os nervios propios dos escolares novatos e a continuidade das obras nalgún centro, non se produciron indicencias salientables".

El PSOE considera una irresponsabilidad iniciar el curso con estas obras y acusó a la Xunta de falta de planificación y a Balseiro de engañar cuando dijo que los trabajos se harían en vacaciones.

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