Opinión

No es de nadie

NO ES que tenga tan mala pinta el estrenado Gobierno, pero el relumbrón presente no evita destellos del pasado, para bien o para mal. Siempre habrá máculas para algunos de los nuevos ministros, como sucedió con otros. La más socorrida quizá sea la nueva vicepresidenta. Carmen Calvo, con una personalidad muy peculiar. Defensora a ultranza, por ejemplo, de las corridas de toros, a contrapelo de algún que otro razonamiento actual sobre la fiesta, acumula en su currículo anécdotas meritorias, como cuando dijo que había sido cocinera antes que fraila, pero la más refulgente es sin duda la que alumbró el 29 de mayo de 2004, siendo ministra de Cultura con Zapatero, al afirmar sin cortarse que "estamos manejando dinero público, y el dinero público no es de nadie".

No parece una reflexión propia de una doctora en Derecho Constitucional, pero visto lo visto, tampoco desvarió demasiado en su apreciación, analizando ahora la alegría y el desenfreno con que se manejaron fondos del erario, tanto por parte del PP como del suyo propio, y más en Andalucía, de cuyo erial proviene y en donde fue consejera de la Junta bajo el manto protector de Manuel Chaves.

Comentarios