Así, de entrada, no; como a la Otan. No al ‘modo borracho’. No al método que la compañía asiática Gree Electric ha patentado y que viene a ser un mecanismo que instalas en el móvil y te examina antes de entrar en redes sociales como WhatsApp, Twitter o Instagram. Te hace un test de sobriedad y si detecta que estás pasado de vueltas te impide interactuar. Pues no. Los del otro lado de la pantalla tienen derecho a saberlo todo, a conocerte por completo, no solo cuando te baña el rocío de la mañana de un miércoles cualquiera. Hay que apechugar con lo hecho, saber arrepentirse, saber pedir perdón. Puestos a patentar, ¿por qué no un ‘modo recién enamorado’?... ¿por qué no un mecanismo que te avise de que esa cursilada que estás a punto de escribir se va a convertir en una horterada dentro de unos meses? Cuántos disgustos se ahorraría la humanidad con un servicio así cada vez que llega el Día de los Enamorados. El mundo ha alcanzado tal nivel que lo excepcional es verse; solo nos conocemos a través de las redes sociales, así que o nos mostramos tal como somos al completo o rompemos la baraja. Y ahora, si quieren, pueden olvidar todo lo que han leído. No, no estoy borracho, pero sí es el Día de los Enamorados.
