Bilal, de tres años, nació sordo en Marruecos, sin embargo no fue diagnosticado hasta que llegó a España con un año y medio.
Ahora el pequeño ha podido escuchar por primera vez la voz de su padre tras ser tratado en el Hospital Niño Jesús de Madrid. En el centro médico el pequeño sufrió un implante cocelar, que le ha permitido poder oír.