Opinión

Ni barre ni deja barrer

NI BARRE ni deja barrer. Suena a sarcasmo que el Concello de Lugo se alce en adalid de la exigencia, castigando a otros por lo que no hace desde su inoperancia, al multar a la agencia de Turismo de la Xunta por obras de acondicionamiento en algunos tramos del Camino Norte, dentro del municipio, al no haber solicitado la correspondiente licencia, que el ente autonómico estimó innecesario. No se trata de un ático ilegal agregado o excesos en el retranqueo de un edificio, sino de reparar zanjas, hacer rellenos o abrir cunetas para que el sendero pueda ser transitado por peregrinos y vecinos; obras menores que los servicios de vías y obras municipales jamás realizarían, porque es su estilo. Cierto que la Xunta está obligada a recabar permisos como cualquier hijo de vecino, pero en este caso concreto se trata de mejoras en bien de la comunidad, sin perjuicio a terceros y en beneficio de todos. Lo más curioso es que el Concello aprobó al final los trabajos, pero mantiene las sanciones (pagamos todos), que es al parecer de lo que se trata dentro del clásico choque competencial entre administraciones de color desigual. Ganas de enredar.

Comentarios