Opinión

Necesidad y deseo

QUE NECESIDAD y deseo son dos conceptos diferentes se demuestra porque todo lo que se necesita se desea pero no todo lo que se desea se necesita. Por eso Cuatrefagues decía que el hombre, después de tener lo necesario, empezó a pensar en lo superfluo. Es el "primum vivere, deinde philosophari", primero vivir, después filosofar, que dijo Aristóteles.

Si por necesidad se entiende toda sensación desagradable unida al deseo de satisfacerla, es evidente que a la necesidad sigue el deseo, pero no a la inversa. Por eso se dice que la felicidad no consiste en tener, sino en no desear y que no es más rico el que más tiene, sino el que menos desea, si bien Spinoza pensaba que "el deseo es la esencia del hombre".

Cuando un deseo se hace necesario, deja de ser un deseo para convertirse en una obsesión y en este caso del campo de la psicología se pasa al de la psiquiatría. Al estoicismo se debe el principio de "hacer de la necesidad virtud", que consiste en sacar ventaja de las desventajas y beneficio de las desgracias.

Normalmente el deseo de poder se convierte en la obsesión por el poder, haciendo del deseo una necesidad. Cuando esto ocurre no solo se vive para el poder sino que sin el poder no se puede vivir. Esta situación crea un clima de tensión entre la angustia y la ansiedad que solo desaparece cuando se consigue el poder. Por eso se dice que el poder desgasta, pero que más desgasta la oposición.

Como dice Voltaire, "debe ser muy grande el placer que proporciona el gobierno puesto que son tantos los que aspiran a tenerlo". La lucha por el poder consiste en que el que lo tiene no quiere perderlo y el que no lo tiene quiere alcanzarlo.

Maquiavelo identifica las ambiciones de la plebe con el deseo de posesión y afirma que tras el deseo de los nobles de alcanzar honores se encuentra un deseo aun mayor por los bienes materiales, como expresión de un deseo superior de dominio.

Según José Antonio Marina, primero está el poder del deseo y después el deseo de poder. El poder es una conciencia de dominio, la capacidad de hacer real lo posible. Aunque resulte paradójico, el progreso de un pueblo está en relación directa con el aumento y mayor nivel de necesidades que está dispuesto a satisfacer. En este sentido, los sociólogos consideran que las necesidades han de ser tratadas no como carencias sino como elementos dinamizadores de la sociedad.

Precisamente la expresión gráfica de esas necesidades y su jerarquía la refleja la llamada pirámide de Maslow, que distingue hasta cinco niveles en el comportamiento humano en relación con la satisfacción de sus necesidades, desde las más básicas o primarias hasta las más elevadas en la autorrealización de la persona.

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