"Nadie ayuda a los menores con problemas de drogas y esto va a ser peor que la heroína en los 80"

La madre del menor ingresado exige que las instituciones actúen. "El consumo se generaliza y morirán chicos", alerta

Uci del Hula. XESÚS PONTE
photo_camera Uci del Hula. XESÚS PONTE

Lleva más de dos años llamando a las puertas de todas las instituciones para que alguien le preste ayuda a su hijo. Sus fuerzas no flaquean, pero el pasado viernes se hundió por completo cuando vio a su hijo en coma por culpa de la droga.

Esta mujer detectó hace poco más de dos años que su hijo consumía hachís y marihuana. "Tenía 14 años e iba al instituto. Cuando vi que descuidaba sus estudios y que fumaba porros a diario me puse en contacto con los profesores y la verdad es que me ayudaron muchísimo. También me dijeron que, desgraciadamente, era algo muy extendido entre los adolescentes", cuenta.

La adicción del joven fue en aumento y su familia dejó de darle dinero, por lo que comenzó a trapichear para poder pagarse la droga que consumía. "Al final opté por alejarlo del ambiente en el que se movía y lo cambié a un instituto en Sarria. Al principio todo iba muy bien, pero luego se volvió a juntar con grupos que consumían drogas y ya dejó definitivamente los estudios".

La lucha de esta madre continuó y pidió ayuda a todas las instituciones. Fue a la Xunta para que lo ayudaran las asistentas sociales, estuvo en Proyecto Hombre y también en Cruz Roja, pero ninguna de estas opciones solucionó los problemas del joven.

"Tener un problema de consumo de drogas con 15 años no es lo mismo que con 25. Son niños y hay que tratarlos como tal. Necesitan cariño y que alguien les haga entender que tienen una enfermedad. Si llegan a un centro y los recibe un guardia de seguridad y se les habla como si fueran adultos se ponen a la defensiva porque lo ven como un ataque y un castigo", explica.

Como nada daba resultado, esta mujer se rascó el bolsillo y acudió al centro Aprende a Educar, en la localidad coruñesa de Ames, un proyecto codirigido por el televisivo Pedro García Aguado, del programa Hermano Mayor. "La actitud del niño mejoró mucho y me recomendaron que ingresara en un centro terapéutico de Barcelona, pero son 1.800 euros al mes y yo no tengo esa capacidad económica. ¿Qué familia se puede permitir eso? Es una lástima, pero si no tienes dinero no te queda otra que dar a tu hijo por perdido", lamenta.

Esta madre exige que las instituciones actúen y que pongan en marcha centros públicos de estas características para atender a menores con problemas de drogadicción. "Además", expone, "los adolescentes que consumen drogas acaban metiéndose en problemas. A veces delinquen y acaban en centros de menores. Y esa es la perdición definitiva para ellos. Estar en esos centros siempre agrava el problema, nunca lo soluciona", afirma.

Para esta lucense, la legislación actual es muy permisiva con el tráfico de drogas. "Trapichear a pequeña escala sale gratis. Cuando la Policía sorprende a alguien vendiendo hachís no pasa nada. Se le pone una multa y vuelve a la calle a seguir trapicheando. Y cuando es menor se le pone la multa a los padres y se acabó. No hay nadie que se preocupe por ayudar realmente a ese menor para que reconduzca su vida. Hoy es mi hijo", dice, "pero mañana será otro porque el consumo se está generalizando y, si no se hace nada, va a ser peor que la heroína en los 80 y morirán muchos jóvenes", advierte.