El español Rafael Nadal, el número uno del tenis mundial, doblegó en la final del Masters 1.000 de Roma al vencedor del año pasado, el serbio Novak Djokovic, por 7-6 (7-2) y 6-2, con lo que suma a su palmarés su cuarto título en la capital de Italia.
El tenista mallorquín dio una exhibición en el Estadio Pietrangeli y dejó fuera de toda duda de que no hay quien le pueda toser sobre tierra batida, tras sumar el torneo de Roma a los de Montercarlo y Barcelona que ya ha vencido este año.
Djokovic, atrincherado
El primer set de la final comenzó muy a favor de Nadal, con una rotura de servicio del serbio a las primeras de cambio que puso el set cuesta abajo para el español. Con el 2-0 en el marcador, Djokovoic comenzó a hacer aspavientos y los primeros amagos de estrellar la raqueta contra el suelo, aunque logró atrincherarse en su servicio para ir ganando juegos.
La bola alta con efecto de Nadal daba mucho trabajo al serbio, que mantenía el tipo en su juego incluso con el 5-3 en el marcador.
Máxima competitividad
El partido entró en ese momento en una fase de suma competitividad, con Nadal consciente de que si se hacía con el set estaría mucho más cerca de meterse el torneo en el bolsillo.
En alguno de los típicos golpes imposibles de Rafa, el serbio terminó aplaudiendo la tenacidad del español, aunque, en un ataque de amor propio, logró forzar el desempate en un final de set muy disputado que regaló al español en la muerte súbita.
El próximo set comenzó con igualdad en el marcador e igualdad sobre la cancha hasta el 3-2, cuando Nadal logró romper el servicio del serbio y encarrilar la final y la consecución del torneo. Con el marcador en 5-2 y a falta del último juego, Djokovic se dejó ir para presenciar el triunfo del manacorí
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17/abr./24
