El barbero sevillano Paco López, dueño de barberías en Sevilla y formador de peluquería masculina y barbería con varios reconocimientos en su haber por sus trabajos en el sector, impartió ayer en las instalaciones de Emergal de Mondoñedo un curso sobre barbería a quince alumnos.
Las clases consistieron en una parte visual, en la que los alumnos vieron el trabajo de López en tres modelos, y otra práctica en la que ellos mismos pudieron poner en práctica lo aprendido. "Lo que más llamó la atención de los participantes fue el ritual de la barba", reconocía López al terminar el curso, "el arreglo de la barba en una barbería es un momento de relajación para el hombre, en el que cobra mucha importancia el olfato porque se utilizan productos con olores muy agradables e incluso toallas aromatizadas".
Y es que López defiende el momento del afeitado profesional como toda una experiencia en la que intervienen distintos factores. "El arreglarse la barba o afeitarse, un hombre lo puede hacer perfectamente en su casa, pero ese momento de relajación y bienestar lo consigue en la barbería", explica el barbero y subraya que un salón debe sumar un espacio agradable, una música adecuada, productos de calidad y una atención muy cuidada para conseguir ese efecto diferenciador que lleve al hombre a ponerse en manos de un profesional para arreglarse la barba: "Yo creo que el hombre ha encontrado su espacio en las barberías, un lugar en el que sentirse cómodo y vivir una experiencia que recuerda una vez que vuelve a casa".
López defiende que la moda de la barba, que llegó hace unos años con los hipsters, está aquí para quedarse. "Ahora mismo no se llevan muy largas, pero sí arregladas", asegura y subraya que no hay un único estilo de hombre que luzca barba sino que "hay una barba para cada tipo de personalidad".
Ahora mismo, recalca, puede haber un hombre clásico con una barba más tradicional y otros más atrevidos, con cortes más personales, pero con el denominador común de darle un aspecto muy cuidado.
