"Muchas mujeres pasan por lo mismo y recibieron muy bien esta sentencia"

La Justicia reconoce la "discriminación indirecta por razón de género" que sufrió tras ser madre la investigadora pontesa María de la Fuente cuando se presentó a una convocatoria
Marta de la Fuente, junto a su retrato en un mutal por el 8-M en la Gran Vía. EP
photo_camera De la Fuente, junto a su retrato en un mural por el 8-M en la Gran Vía.
El Juzgado Central de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Madrid acaba de dar la razón a la investigadora pontesa María de la Fuente al reconocer la "discriminación indirecta por razón de género" que sufrió al presentarse a una convocatoria y evaluación obligatoria para continuar con sus proyectos financiados por el Instituto de Salud Carlos III después de haber parado su producción científica en un total de 13 meses por su doble maternidad.

Se trata de una sentencia histórica y que "sienta un precedente, aporta claridad", según apunta De la Fuente, en unos procedimientos en los que, a partir de ahora, los organismos tendrán que aplicar medidas correctoras en las evaluaciones de trayectorias cienfíticas en régimen de concurrencia competitiva.

"En mi caso, se me evaluará de nuevo y se aplicarán medidas correctoras porque no se contó el tiempo prorrogado por mi maternidad y con el que se completaba el total de años necesarios, igual que el resto de candidatos, para la evaluación de méritos", explica la pontesa, directora de la unidad de Nanooncología del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (Idis).

Señala además que su denuncia, iniciada hace algo más de tres años, buscaba la "igualdad de oportunidades", porque "en el proceso de evaluación de la convocatoria no se tenía en cuenta una serie de particularidades del género femenino, y ahora con las medidas correctoras sí se hará". De la Fuente considera también que esta sentencia "abre la puerta a incluir otros supuestos importantes, como el cuidado de dependientes, bajas largas o la baja de paternidad".

La investigadora pontesa manifiesta que su ejemplo es "uno como tantísimos que hay" en el ámbito científico y de la investigación, con importantes desigualdades de género, y como muestra está el movimiento colectivo #ocientíficaomadre del que fue promotora a raíz de su denuncia.

"Una situación individual dio paso a que se conociera algo general, porque se asumía que había que callar y trabajar durante la baja maternal para no perder oportunidades. Y se pasó a lo contrario, a tomar consciencia de que estas cosas existen. Se rompió con una normalización de conductas que había", explica María, al tiempo que recuerda que "hay más mujeres a las que les está pasando esto y recibieron muy bien esta sentencia; esperemos que ayude a que se resuelvan otros casos y a prevenirlos en el futuro".

Que la resolución judicial se haya conocido en la Semana de la Niña y la Mujer en la Ciencia es algo que la alegra especialmente. "Se incita mucho a visibilizarnos y a fomentar vocaciones, pero tenemos que garantizar que estas no se rompan por el camino. Esta fue mi pequeña batalla, pero estas importan y se ganan, para que poco a poco caminemos todos hacia la igualdad en la ciencia", concluye.

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