Como era previsible, Pilar de Lara aprovechó hasta el último momento para dar un golpe de efecto en uno de los casos más mediáticos de Lugo, que tiene como protagonista el polémico edificio Garañón. En vez de alejarse de casos en los que se había cuestionado su praxis por parte del CGPJ, siguió instruyendo, repartiendo piezas e incluso cerrando flecos. Desde que fue expedientada, ese fue el proceder de la jueza. De todos modos, esa inusitada hiperactividad no logró compensar la dilación en los procesos, algunos con una década de recorrido, como el que nos ocupa. Y si la Justicia es lenta no puede ser justa. Y si a ello le añadimos otros ingredientes, qué quieren que les diga...
Dos presidentes en O Hórreo
El debate en la Cámara gallega concedió especial protagonismo a dos presidentes. Uno presente, Núñez Feijóo, que dejó entrever que mantiene vivo su compromiso con Galicia y que habló en clave de futuro. Y otro ausente, Pedro Sánchez, aludido de forma reiterada y casi siempre para recibir reproches. ¿Lo mejor? El buen nivel mostrado en general por los intervinientes, aunque sus discursos fueran previsibles. ¿Lo peor? Un formato que no permite visibilizar el cuerpo a cuerpo.
