Monforte revive su pasado hebreo

Puesto de orfebrería (Foto: Guille Dacal)
photo_camera Puesto de orfebrería (Foto: Guille Dacal)

La Festa da Xudería de la ciudad monfortina comienza a tener tirón, sobre todo entre los hosteleros, artesanos y vecinos, tanto de la comarca como de municipios próximos. A ellos se sumaron varios visitantes llegados de comarcas contiguas, así como de las zonas cercanas de la provincia de Ourense, entre otras de Galicia. Durante toda la jornada, el trasiego de gente por las antiguas callejuelas del monte de San Vicente fue considerable, en especial a media mañana y a últimas horas de la tarde.

Artesanos del cuero, textil y orfebres fueron los que se instalaron en los puntos definidos por el Ayuntamiento, organizador de la fiesta en colaboración con la Diputación y el colectivo provincial de hosteleros. En esta ocasión se aprovecharon las cercanías del torreón de la cárcel vieja por primera vez para asentar casetas de orfebres, mientras que en la terraza de la antigua construcción se montó una tapería.

En las dos anteriores fiestas, el recinto ferial se ciñó a una calle, A Falagueira, pero tras el acondicionamiento de las denominadas Zapaterías y Pescaderías, el Ayuntamiento decidió ampliar el área de la fiesta a ellas y hasta la primera parte de la Praza de España.

Los puestos de artesanía y los tres bares instalados en el ferial consiguieron atraer la atención de los visitantes. Los primeros ofrecían y elaboraban todo tipo de artículos, mientras los segundos despacharon pinchos y tapas como cordero al estilo hebreo, brochetas, empanadas y crepees, entre otras especialidades, que se degustaron sobre todo con vinos de la Ribeira Sacra.

El público curioseó tanto en los expositores como en los talleres montados al aire libre si dejar de hacer paradas en los bares, pero también se volcó en los recorridos guiados por los restos de la antigua judería.

Felipe Aira, guía e investigador del pasado hebreo de Monforte, fue quien dirigió los cuatro periplos que se efectuaron para el casco antiguo para ver casas con detalles de la cultura judía, así como restos de la antigua sinagoga. En cada una de las excursiones hubo una media de treinta personas.

«Satisfacción»

La asociación de hosteleros y los artesanos mostraron su satisfacción ante la respuesta del público, aunque se consideró que la fiesta debe ser más promocionada tanto en la zona como en otras ciudades de relevancia. No obstante, varios que dijeron ser conscientes de que «la feria acaba de nacer. Solo tiene tres años».

El Ayuntamiento, que dejó patente su satisfacción ante el desarrollo de la convocatoria, tiene previsto continuar potenciándola con nuevas propuestas en coordinación con la Red de Juderías de España, de la que forma parte. Los 21 ayuntamientos integrados celebraron ayer una fiesta similar.

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