Blog | El periscopio

Momento de reflexión

ESTIMADO AMIGO Antonio, te escribo esta carta en un momento de profunda reflexión sobre nuestro futuro, el tuyo y el mío, el de millares de monfortinos, ante el inminente proceso electoral del que saldrán elegidas las 17 personas que nos representarán a todos, insisto, a todos, durante los próximos cuatro años. Sé que además de atender durante más de doce horas al día tu pequeño negocio de hostelería eres un psicólogo de primera talla, un profundo conocedor de cómo piensan las personas y qué pretenden conseguir con sus acciones, pero estás confundido cuando crees que los ediles que salgan elegidos acuden a esta natural convocatoria con fines innombrables, como los dioses antiguos del imaginario de Lovecraft.

Solo veo a un grupo de personas movidas por el interés de sacar a su ciudad adelante

No, te lo aseguro. Solo buscan el bien de nuestro pueblo, el tuyo y el mío. ¿Qué otra cosa podrían buscar? ¿El protagonismo? ¿La fama? ¿El dinero? No, pero sobre todo esto último, no, pues las arcas municipales de un municipio de poco más de 19.000 habitantes no dan para alharacas.

Acuérdate. Un concejal cobra 30 euros por acudir a un pleno y estos, en el caso de Monforte, se celebran una vez al mes. En la mejor de las situaciones, si acude a las comisiones informativas del pleno su sueldo será de 50 euros. Solo dos o tres serán los que perciban una remuneración más alta. Serán aquellos que tengan una dedicación plena al Ayuntamiento.

No veo fines espurios en el interés de los candidatos por ser concejales de su pueblo, veo en ellos ilusión por llevar adelante lo que creen será lo mejor para nosotros, dedicándole buena parte de su tiempo libre a trabajar para conseguirlo.

Antonio, no. Esto no es Marbella. Aquí, por no tener, ni tenemos un plan general de ordenación municipal con el que jugar, manipular, con fines personales, para el enriquecimiento de unos pocos.

Aquí, por no tener, ni tenemos un plan general de ordenación municipal

Aquí lo que tenemos, por desgracia, son 1.500 parados y muchas dudas sobre el futuro, aunque días atrás se haya anunciado que dos empresas, las primeras, se implantarán en el puerto seco y que se crearán 60 puestos de trabajo directos y otros 300 indirectos. Y no, no somos pesimistas. Lo que pasa es que hemos perdido la esperanza, algo entendible si analizamos el grado de apoyo que nos han dado las administraciones supramunicipales a lo largo de las últimas décadas.

Un Ayuntamiento poco puede hacer para cambiar nuestro sino, esa fuerza desconocida que, según algunos, obra irresistiblemente sobre los dioses, los hombres y los sucesos. Solo hay que ver cómo están las arcas municipales. Quedan con unos préstamos bancarios de 1,7 millones de euros. No es poco, no, pero era peor doce años atrás cuando esa cantidad era de 3,2 millones. Y qué decir del dinero corriente, pues que hay un ligero superávit, 79.000 euros, según los informes que ha realizado la intervención municipal para que el alcalde o alcaldesa que salga de las urnas sepa a ciencia cierta cuando tome posesión cómo está la economía local.

Ya ves. No es para tirar cohetes de artificio y menos para que los nuevos munícipes se froten las manos. Por delante tienen cuatro años de intenso trabajo para, con pocos mimbres, hacer un cesto. Es necesario confiar en su capacidad de trabajo, pero no solo en la de los concejales que estén al frente del gobierno, sino también de la que deberán tener los de la oposición.

No intento convencerte de nada, solo que reflexiones sobre el presente y el futuro. Deseo que hagas este ejercicio un día tan especial como el de hoy, a tan solo unas horas de que se abran las urnas en las mesas electorales repartidas por el casco urbano y las parroquias.

El lunes será otro día y tendremos la oportunidad de seguir hablando, intuyendo, cómo serán las cosas a corto, medio y largo plazo en una ciudad cuyo rumbo no está nada claro, ni tan siquiera para un conocedor del alma humana como tú.

Por fin Augasmestas vuelve a servir para lo que fue creada

Diez años han tenido que pasar para que el complejo turístico de Augasmestas vuelva a cumplir con el fin para el que fue creado. Los signos, o mejor dicho, el tiempo transcurrido, apuntan a que no le ha resultado nada fácil a la Diputación Provincial de Lugo, que lo que fue volviese a ser. Hablamos de un lugar privilegiado a orillas del río Sil que bien gestionado seguro que será un importante recurso turístico para la Ribeira Sacra.

Por fin alguien, un empresario, se ha dado cuenta de su potencial y ha decidido hacerse cargo del complejo para rentabilizarlo. En ello, no hay que quitarle mérito, también ha tenido mucho que ver la Diputación, que ha entendido que es mejor alquilar Augasmestas a un precio razonable y que alguien lo cogiese que tenerlo parado y, lo que es peor, que siguiesen los expolios que comenzaron poco después de su cierre y que se prolongaron durante años, dejando casi en la ruina total las edificaciones y servicios con los que cuenta el área turística.

Cerezas y vino para empezar el verano en la Ribeira Sacra

Solo quedan dos ferias de corte gastronómico en la Ribeira Sacra antes del verano. Una es la que se celebrará a finales de este mes, los días 30 y 31, en la localidad de San Clodio, en su área fluvial, para presentar las excelentes cerezas que se cosechan en el territorio de Ribas de Sil, evento que se aprovecha también para mostrar, como en el caso de Quiroga, el aceite que se produce en el municipio.

La otra cita es con el vino. Será el primer fin de semana de junio en Ferreira de Pantón, en O Castro, cuando una decena de cosecheros muestren a todo aquel que se acerque la calidad de sus caldos en un certamen de reducido formato que resulta muy acogedor, casi familiar. Visítenlo, les aseguro, como también en el caso del de la cereza de San Clodio, que no les defraudará. Con estas dos citas se clausurará el calendario de ferias en la zona, aunque comenzará otro, el de los festejos que habrá en la práctica totalidad de localidades desde ya mismo hasta finales de septiembre.

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