No es muy habitual que, de repente, entre en tu peluquería una famosa como Gloria Camila —la hija adoptiva de Rocío Jurado y José Ortega Cano— y te diga que viene "a lavar y a cortar". Pues eso justamente fue lo que vivió, el pasado lunes por la tarde, la peluquera lucense Mary Carmen Barrios, que aún no da crédito a lo que le tocó vivir.
Eran las cuatro y media y Mary Carmen esperaba por un cliente llamado Raúl que había pedido vez unos días antes. En lugar de este hombre, se presentan cinco personas: un cámara, un ayudante de sonido, dos técnicos más y...Gloria Camila, a la que Mary Carmen reconoció rápidamente después de haberla visto tantas veces en las revistas del corazón.
Su reacción fue de lo más ingenua: "¿Tú eres la de la tele?", le preguntó, sin más. Ella también fue parca en palabras: "Sí, soy la de la tele. Tenía una cita para Raúl pero vengo yo en su lugar, a cortar y peinar".
Mary Carmen seguía alucinando y se iba a poner manos a la obra pero, de repente, observa cómo se enciende la cámara y comienzan a grabar. Ahí es cuando Gloria Camila le explica el motivo de su visita, que era, en realidad, localizar a la hija de la peluquera, Miriam Carreño, una entrenadora personal que compagina su trabajo con el de camarera y cuidadora de un anciano, a la que alguien desconocido la citaba para ir al programa Volverte a ver, de Telecinco, que presenta Carlos Sobera.
Miriam Carreño irá a Telecinco para saber quién le envió ese artilugio y a qué se refiere el número que lo acompañaba
"Pensé que era algún paquete que había pedido por internet y le dije a mi madre, cuando me llamó para avisarme del paquete, que estaba todavía en pijama y que lo dejasen en la peluquería. Ella insistió, diciéndome que no podían y, a la vez, que me quitase el pijama y me pusiese mona. Al final, le hice caso, timbraron y bajé a por el paquete. Allí me encontré con Gloria Camila y los cámaras. Ella me dijo que venía de parte del programa y que alguien me enviaba un cuentakilómetros con un número —no sé si el 174 o el 179— para que fuese al plató donde me quería dar una sorpresa", indica Miriam.
Tan alucinada se quedó que, en cuanto le dieron el paquete, se dio media vuelta para retornar a casa hasta que la pararon para concretar si aceptaba o no la propuesta.
"No tengo ni idea de quién puede ser. Un antiguo novio... no. Quizás un familiar o algún amigo de los que tengo por toda España, dado que viví en muchas ciudades distintas. Lo que pasa es que no encuentro relación entre el cuentakilómetros y el número. No caigo, pero ya me enteraré", dice Miriam.