Los planes de Semana Santa que el virus frustró

La cuarentena ha obligado a muchos a cancelar sus viajes turísticos o sus reencuentros con la familia
CARTELES EN AGENCIAS DE VIAJES DE LUGO, DURANTE LA CRISIS DEL CORONAVIRUS. COVID 19. PANDEMIA. LUGO.
photo_camera Escaparate de una agencia de viajes de Lugo. SEBAS SENANDE

Esta semana santa nos quedaremos sin las tradicionales previsiones que hace la Dirección General de Tráfico (DGT) en periodos vacacionales. La pandemia del nuevo coronavirus ha puesto el freno a los 15,5 millones de desplazamientos a nivel nacional —1,5 millones en Galicia— que, si no fuera por el confinamiento, se producirían entre las tres de la tarde del pasado viernes y la medianoche del próximo día 13.

Miles de familias solían aprovechar estos días festivos para reencontrarse con sus allegados; hacer turismo; participar en reconocidas celebraciones religiosas, como la Semana Santa de Viveiro, declarada de Interés Turístico Internacional, o gastronómicas, como las ferias del vino de Amandi, en Sober, y de Quiroga o la Festa da Augardente de Portomarín, o desplazarse a la segunda vivienda en la playa o en la aldea. Esos planes se han visto truncados por el estado de alarma, ahora prorrogado. Eso es lo que le ha sucedido a infinidad de lucenses.


Héctor Castiñeira (enfermero y escritor)

"Uno necesita desconectar de la locura de Madrid, pero habrá que esperar" 

Héctor Castiñeira. EPEl autor de la saga protagonizada por la mediática Enfermera Saturada está viviendo esta pandemia en la primera línea de fuego en la zona cero de la crisis sanitaria en España. Lo acaban de trasladar de la Unidad de Cuidados Intensivos de neonatos a la de adultos en el hospital 12 de Octubre de Madrid. Sus planes para esta Semana Santa eran viajar este sábado a su ciudad natal, Lugo, junto a su pareja, que es también enfermera y que también está en una Uci de un centro sanitario de la capital del Estado, en su caso en el Ramón y Cajal. Pretendían reunirse con su familia, a la que no ven desde hace ya dos meses y además participar en la procesión del Buen Jesús del Martes Santo. Su pareja, su padre y sus suegros son cofrades. Él lo fue de niño.

"Aprovechamos la Semana Santa para ver a la familia y estar en Lugo. Uno necesita desconectar de la locura de Madrid. Vas unos días, comes bien... Pero habrá que esperar a mejor ocasión", afirma Héctor Castiñeira, que la noche del sábado tenía guardia. Su familia le pregunta cuando se volverán a ver, pero no sabe "si será en mayo o si será en junio".

Es inevitable hablar con este enfermero lucense sobre el día a día de la emergencia sanitaria. "Parece que la presión en Urgencias es menor, aunque las Ucis están llenas", asegura Héctor Castiñeira, que dice que "tenemos claro que nos vamos a contagiar, no sabemos cuándo". Se siente cansado física y mentalmente, aun así tiene claro que "hay que tratar de levantar el ánimo de los pacientes, que están solos" y, sobre todo, acompañar en sus últimas horas a aquellos a los que no pueden despedir los suyos. "A la larga va a pasar factura porque son duelos mal llevados", advierte.


Carmen Lence (consejera delegada de Leche Río)

"Es difícil no poder ver a la familia, pero es lo que nos toca vivir y aguantar" 

María del Carmen LenceQuien también iba a aprovechar esta semana de pasión para visitar a su familia es esta empresaria lucense. Ha tenido que postergar su reencuentro con su marido y sus dos hijos, de 11 y 13 años, que viven a 5.000 kilómetros de distancia, en Boston (Estados Unidos). Hace ya 40 días que no los ve. "Es difícil, pero es lo que nos toca vivir y aguantar", dice Carmen Lence.

Soporta ese distanciamiento enfrascada en su trabajo, que dice que es "mucho" desde la declaración del estado de alarma, y tranquilizada porque su familia "está bien". Como su marido es médico —trabaja como ejecutivo en una multinacional farmacéutica— ya adoptó en su hogar las medidas preventivas antes de que se decretasen en Estados Unidos. "Están confinados en casa y tienen mascarillas, guantes...", explica la consejera delegada de Leche Río.


Jaime López (secretario ejecutivo de la CEL)

"No nos aburrimos siendo una familia numerosa, con muchas actividades" 

2020032918124096000En familia también tenía previsto pasar este directivo de la patronal lucense los días festivos antes de que todo se pusiese patas arriba con la declaración del estado de alarma por los dramáticos efectos del Covid-19. Iba a desplazarse con sus tres hijos y esposa a la costa de la provincia de Pontevedra, de donde es natural ella.

Ahora toca confinamiento. "No nos aburrimos siendo una familia numerosa. Los pasamos con muchas actividades", dice Jaime López, que no oculta la incertidumbre de su primogénito porque tiene que afrontar la prueba de acceso a la universidad, antigua selectividad, el próximo mes de julio, si se mantienen las fechas.

El secretario ejecutivo de la CEL orienta su trabajo estos días a analizar las nuevas líneas de financiación de Afigal, Igape e Ico para los empresarios y sin perder de vista el horizonte de las crisis sanitaria y económica.


Carmen J. López (abogada)

"Estaba esperando como agua de mayo esta escapada a Os Ancares"

2020040513104627700La que fuera presidenta de la Asociación de Jóvenes Empresarios (Aje) tanto de Lugo como de Galicia tenía previsto realizar una escapada a Os Ancares de jueves a sábado para subir al pico Miravalles y disfrutar el Domingo de Pascua de un día en familia en su Sarria natal.

"La primavera es la mejor época, junto con el otoño, para ir a Os Ancares. Estaba esperando esta escapada como agua de mayo porque me encanta el senderismo. Ya subí picos como el Mustallar o el Cuíña y me falta el Miravalles", afirma esta letrada.

La que es mentora del coworking del Concello de Lugo asegura que lleva "bien" el confinamiento porque tiene mucha carga de trabajo, aunque precisa que estos días "no es agradable" porque al tener una consultoría jurídica para empresas está presentando expedientes de regulación temporal de empleo (Ertes).

Carmen José López, que dice que "lo peor es el momento dramático que se está viviendo desde la perspectiva humana", afronta con optimismo la nueva etapa por el abanico de oportunidades de negocio que ofrecerá a los emprendedores. "Compañías como Uber, Airbnb o WhatsApp nacieron en la crisis de 2008", recuerda.


José María Seijas (presidente de la Federación de Comercio)

"Iba a viajar a Florencia porque soy un aficionado a la historia y al arte" 

José María Seijas. AEPLlevaba tiempo postergando un viaje cultural a la cuna del Renacimiento y estaba decidido a realizarlo esta Semana Santa, junto a su esposa, porque se declara "un aficionado a la historia y al arte, sobre todo al románico". Lo tenía todo ya planificado, pero al menos aún no lo había contratado. "Florencia es una ciudad que me atrae y no conozco, como la Galería Uffizi", dice.

A José María Seijas el confinamiento le ha sorprendido en su casa cercana a Pías, en las afueras de la capital lucense. Su actividad no ha disminuido. Recuerda que estos días ha mantenido videoconferencias, entre otros, con el conselleiro de Economía y la alcaldesa de Lugo.

El presidente de la Federación de Comercio, tanto de Lugo como de Galicia, ve con «preocupación» el futuro. «Ahora es la crisis sanitaria, después vendrá la económica. Habrá muchos cierres de negocios. La vuelta a la normalidad se hará paulatinamente», augura José María Seijas.

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