Miguel Couto ve urgente actuar en el 48 de la Ronda ante el riesgo de desplome

El edil Miguel Couto, con técnicos y agentes, este martes en la Ronda. EP
photo_camera El inmueble 48 de la Ronda. ARCHIVO

El concejal de urbanismo, Miguel Couto, advirtió este martes de la "urxencia" de actuar en el inmuble 48 de la Ronda da Muralla, una casa que lleva años en ruinas, porque está a punto de reiniciarse la rehabilitación en el edificio contiguo, en la esquina con la Rúa Nicomedes Pastor Díaz, y los trabajos podrían provocar vibraciones en el terreno y los muros contiguos. "Isto pode derivar no seu derrubamento parcial ou total ante a falta de estabilidade estrutural e mesmo pode propiciar a caída de elementos construtivos na beirarrúa e na calzada", advirtió.

Al lugar se desplazaron técnicos municipales; el concejal de urbanismo, Miguel Couto, y la Policía Local, pero la propiedad no se presentó

Sin embargo, para actuar en el inmueble, el Concello tendrá que solicitar permiso para entrar en él, ya que las propietarias no solo llevan años negándose a arreglar el edificio sino que no respondieron al último requerimiento que les hizo el Ayuntamiento "en tempo e forma".

Couto:  "Dende hai 15 anos se negan, de forma persistente, a atender os requerimentos do Concello"

Las propietarias habían sido citadas para este martes, para que autorizaran a los técnicos municipales a entrar en el inmueble para realizar mediciones que permitan completar el proyecto de rehabilitación subsidiaria por parte del Concello. Al lugar se desplazaron técnicos municipales; el concejal de urbanismo, Miguel Couto, y la Policía Local, pero la propiedad no se presentó.

"Atopámonos de novo na tesitura de non poder avanzar na tramitación administrativa deste expediente e de non poder intervir sobre a construción debido á falta de colaboración dos seus titulares que, dende hai 15 anos se negan, de forma persistente, a atender os requerimentos do Concello", lamentó Couto. Recordó que, desde 2011, el Concello lleva emitidos más de una treintena de resoluciones instando a las propietarias de la casa a corregir las deficiencias que presentaba y que no dejaron de aumentar. Ni siquiera la imposición de ocho multas coercitivas que suman 43.000 euros resultadon efectivas y, lejos de eso, el año pasado llegaron a pedir al Concello que las indemnizara y que rehabilitara el edificio.

El Ayuntamiento tiene una memoria del coste (87.434 euros) que tendría asegurar el edificio e impedir que siga filtrándose agua y deteriorándose, lo que además permitiría restaurar el tránsito por la acera, que lleva más de dos años cortada. Sin embargo, los técnicos necesitan entrar para conocer exactamente cuál es su estado y completar el proyecto de rehabilitación, según explicó Couto.

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