Opinión

Mientras dure la guerra...

Crítica cinematográfica del 10-N. El guion electoral hace aguas con Cataluña, Franco y el CIS
Película ‘Mientras dure la guerra’. EP
photo_camera Película ‘Mientras dure la guerra’. EP

UNA ENORME frialdad y un silencio atronador se apoderaron del público al final de la película. En plenos créditos, los espectadores de la sala buscaban en estampida, heridos y decepcionados, la salida rápida del cine. Presumo de ser un consumidor sin límite de toda clase de cine. Pero nunca experimenté en mi entorno una reacción tan inusual y contradictoria como con Mientras dure la guerra. Me preguntaba a qué se debía esa indiferencia sin aplausos ni muestras de calidez, sin aspavientos de rechazo ni desaprobación. Desde la sinceridad coloquial no peyorativa afirmo que ningún facha ni rojo gritó "Viva Franco" o "Viva la República" horas después del estreno del plagio ‘Mientras dure la exhumación’, producido por Moncloa para televisión en abierto.

Tampoco se experimentó la clásica ovación democrática, algo muy habitual cuando la película gusta. Fue todo sigilo de reprimida sonoridad, postureo incómodo sin poses de agrado ni desagrado, un tímido comportamiento grisáceo sin miradas cómplices entre parejas, amigos o familias. Flotaba una percepción inequívoca de hartazgo y sobredosis guerracivilista en el ambiente y las conciencias. Parecía que izquierdas y derechas no salían del todo convencidas de esa visión romántica e intelectual del comienzo de la Guerra Civil española.

Difícil temática y arriesgado guion. Algunas imprecisiones o ausencias históricas sacrificadas por el melodrama, el metraje y el ritmo sin atender a los desencadenantes de la guerra y al precedente golpista en la Segunda República. Elogiable voluntad del director Alejandro Amenábar por buscar el equilibrio, por reflejar los sentimientos de los dos bandos sin herir la sensibilidad de ambas Españas. Pero desperdiciado intento, al menos en esa proyección puntual de precampaña y sobredosis de memoria y desmemoria histórica.

Grandes interpretaciones de Karra Elejalde, Santi Prego y Eduard Fernández en los papeles de Miguel de Unamuno, Francisco Franco y Millán Astray. Pero frustrado exceso de idealismo que transita durante toda la película por la ambigüedad inconcreta, tomando sin tomar partido, bajo apariencia de no querer y querer decantarse; repartiendo al mismo tiempo razones y sinrazones. Sin restarle méritos, Mientras dure la guerra es una película ambiciosa y valiente que no termina de gustar del todo al tiempo que decepciona dada la indiferencia y frustración que provoca. No sé cómo explicarlo, ni se si se me entiende o se me interpreta bien que mal. Pero Mientras dure la guerra causa sobre todo resignación, como la repetición electoral y los excesos de propaganda en la campaña que sufrimos, expediente incluido de la JEC a Castejón.

La película toma el título de un párrafo del pronunciamiento de la Junta Militar cuando nombra a Franco generalísimo Jefe del Estado. Algunos militares que ya desconfiaban del futuro dictador piden que tan altísimas atribuciones solo estén vigentes "mientras dure la guerra". La película de Amenábar describe cómo los generales acceden a introducir dicha limitación a modo de fecha de caducidad, pero finalmente las palabras "mientras dure la guerra" desaparecen y Franco permaneció 40 años. Algunos dicen que la guerra nunca terminó en 1939 porque España quedó partida en dos hasta el presente. Otros argumentan que la contienda entendida como guerracivilismo político y verbal se reabre y reescribe cada cierto tiempo para agitar la confrontación y los fantasmas que diferencian entre vencedores y vencidos cuando todos perdimos.Incluso no falta quien ve intencionalidad revanchista en la Ley de Memoria acomodada a la necesidad electoral pero en modo alguno ajustada a la concordia democrática.Muchos españoles piensan que la guerra no se ha acabado con la exhumación de Franco mientras se agite el alzamiento golpista desde Cataluña con la insumisión separatista que recurre a la violencia y al sistemático desacato judicial y constitucional. En todo caso, salvando las distancias históricas, los ciudadanos debemos introducir también en el contrato de la campaña la cláusula "mientras dure la guerra electoral". Porque se hace imprescindible reclamar que tras el 10-N los políticos cumplan con su obligación de afrontar los problemas de España y busquen la gobernabilidad estable que la sociedad reclama y merece.

Mientras dure la guerra electoral los españoles soportaremos esta cruz que tanto pesa. Pero es hora de que acabe el empeño en enfrentarnos como fórmula de rédito político por pura agitación del pasado. Ya está bien de tanta falta de respeto. Ya vale de manipulación de las masas. Ya basta de tanto uso de lo público como el CIS, que nos ha proporcionado el descrédito poco demócrata de una estrategia de partidismo político y no un sondeo objetivo. Mientras dure la guerra electoral, Tezanos le da al PSOE ente 133 y 150 escaños sin tener en cuenta Cataluña y Franco. Pero cuando acabe la batalla electoral sabremos de verdad la influencia en los españoles de los disturbios, la exhumación y aspectos de la economía, como la subida oculta de impuestos. Mientras dure la guerra electoral no vale todo, incluido el CIS que pretende instalar la conveniencia de votar al partido gobernante.

Del CIS y otros sondeos

EL ENGAÑO ha sido completo. Fuentes del CIS filtraron que el retraso de una semana en la publicación de la última macroencuesta obedecía a la inclusión de la exhumación de Franco. Sin embargo, no ha contemplado ni la ‘momia voladora’ ni la violencia en Cataluña ni la sentencia del procés ni la crisis ni la EPA. El plan de encargo ejecutado por Tezanos redunda en que no dejes que la realidad te estropee un buen sondeo. De modo que si el CIS no acierta como en Andalucía y Madrid, el socialista Tezanos debe dimitir o ser cesado. Este CIS, a contracorriente de las demás encuestas, dispara la intención de voto del PSOE atendiendo a algo más que la cocina. Ignora la tendencia de estancamiento a la baja socialista, frena la subida popular, contiene la caída de Podemos pero no de Cs y reprime el ascenso de Vox. Por eso son tan importantes las demás encuestas, sin los vicios servilistas del CIS. La de GAD-3 pasa por ser la que más acierta. Y su sociólogo, Narciso Michavila, ha dicho en Twitter: "Será la peor estimación del CIS en toda su historia. No cuadra ningún partido".

Politiqueo y otras miserias

MUY COMENTADA la marcha atrás del PSOE por presiones del PSC, obligando a Sánchez a introducir federalismo y plurinacionalidad en su programa electoral después de eliminar las alusiones para el 10-N. Como incoherencia contradictoria también fue chascarrillo el plantón de Sánchez en Murcia al Congreso Nacional de la Empresa Familiar después de confirmar su presencia. El año pasado le habían silbado. Poco coherente parece que Torra ordene una cacería contra los Mossos por defenderse y cargar contra los violentos CDR del separatismo. Gravísimo es también que la huelga de estudiantes en Cataluña sabotee a quienes quieren dar clase y exija la evaluación única como contribución a la causa independentista de los rectores afines. Boicot de Colau podemita al mitin de Abascal en Barcelona. Temor a la presión del secesionismo ante la presencia del Rey en Cataluña en plena campaña electoral. El viaje coincide este lunes con el gran debate de los cinco líderes, vital para el resultado del 10-N. Todos los candidatos se lo han tomado como decisivo.

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