Lugo capital concentra el mercado inmobiliario más potente de la provincia, seguida de A Mariña, y el 2019 se cerró con buenos datos en la adquisición de viviendas, ya que se formalizaron en la ciudad, entre enero y octubre 1.500 operaciones de venta, según la Asociación Profesional de Expertos Inmobiliarios, que representa en Galicia Javier López Jato.
Las operaciones registradas por la asociación profesional casi doblan a las contabilizadas por el Instituto Galego de Estadística y los profesionales remarcan que muchas de las operaciones cerradas no llegaron aún a la fase de escritura y registro.
El año fue, en genera, bueno, dice López Jato, aunque desde noviembre se empezó a notar cierta ralentización en la demanda.
El mercado no solo es más potente en la capital en cuanto a número de transacciones, sino también en precios. Los lucenses pagan una media de 1.200 euros por metro cuadrado de vivienda, una cifra que está bastante por debajo de la media estatal, que supera los 1.638 euros el metro cuadrado, según un informe del Ministerio de Fomento.
"El perfil medio se encuentra ahora en personas de más de 35 años, que buscan un nuevo hogar para mejorar el actual o como inversión para alquilar"
En Lugo, por otra parte, ha empezado a despuntar algo la compra de vivienda nueva. "Hasta ahora había más demanda de vivienda usada, porque la obra nueva se había estancado, pero actualmente existe una mayor oferta de obra nueva y también de demanda", apunta López Jato, que, con 15 obras en marcha de unas 500 viviendas en total, señala que "en Lugo se vuelven a ver grúas".
Buena parte de esas operaciones de construcción se llevan a cabo en el sur de la ciudad, una de las áreas en las que hay más suelo urbanizado disponible y que centra también en buena medida el interés de los compradores. Así, según la organización inmobiliaria, en Lugo "las zonas más demandas siguen siendo el centro, la zona sur y las periféricas a la muralla".
Respecto a los compradores, Jato dice que "el perfil medio se encuentra ahora en personas de más de 35 años, que buscan un nuevo hogar para mejorar el actual o como inversión para alquilar". Apunta que los menores de 35 se lo piensan dos veces ante de comprar, ya sea por motivos sociales o económicos y por la inestabilidad laboral que sufren.
Los constructores perciben que hay un perfil de cliente con dificultades para lograr comprar, ya que el crédito se ha restringido y los bancos dan como máximo un 80 por ciento del precio de la vivienda, lo que exige unos ahorros que muchos no tienen, dice Eugenio Corral, de la Apec.
