Opinión

Memeces

PROMOVER la igualdad de sexos desde la memez ofrece corto recorrido, habiendo como hay otros métodos sensatos, sin necesidad de ridiculizar el intento de paridad hombre/mujer. Pero si lo que pretenden quienes utilizan armas tan cerriles es (que lo es) que hablen de ellos aunque sea mal, el propósito se cumple. Es justamente lo que busca la ‘portavoza’ Montero, pero visto con rigor, quizá sea la menos culpable de la irradiación de su palabro, sino quienes (mea culpa) le damos cancha, abonando el huerto hasta encumbrarla en el disparate. O quienes le ríen la gracia, simplemente por sostenerla y no enmendarla. Si todo lo que merece la pena gozase del mismo empuje mediático, mejor nos iría a todos. Claro que la metedura de pata, por ignorancia o por conveniencia desde la inopia, de la diputada podemita no añade nada nuevo a su coeficiente intelectual, como no significó ninguna sorpresa aquel otro desvarío lingüístico de la inefable ‘miembra’ Bibiana Aído. Lo había sido sin embargo el lapso (?) de Carmen Romero, profesora de Lengua, al entronizar a sus ‘jóvenas’. Eran otros tiempos y el gazapo no pasó a mayores, pero fue un certero espaldarazo.

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