Opinión

Melania

A hora todo es hacer leña del árbol caído, en este caso Trump, que merecer se lo merece. Y quizá sea el momento de reconocer que su mujer, Melania, ha sido una primera dama muy discreta, en contraste con el desaforado Donald. Quizá discreta en exceso, pues se ha limitado a apariciones imprescindibles y no se ha prodigado que digamos en declaraciones o entrevistas.

Este perfil tan bajo, de agradecer en principio, no dejó de ser una pena. Primero, para quitarle un poco de protagonismo al disparatado presidente: a más Melania, menos Trump. Y segundo, porque siempre hubiese sido agradable verla con más frecuencia, aunque para los progres este comentario a lo mejor es machista y reaccionario, qué se le va a hacer.

Comentarios