La votación para decidir si se suspendía el pleno del mes de agosto fue el origen de un nuevo rifirrafe dialéctico entre el presidente de la Diputación y el diputado no adscrito Manuel Martínez.
El alcalde de Becerreá pidió la palabra para exponer que dada “la sucesiva vulneración de derechos” con los que, según él, actúa el gobierno provincial propuso suspender todos los plenos que quedan por celebrarse este año.
La propuesta, que provocó la sonrisa de todos los miembros de la corporación, provocó una votación confusa, en la que Campos acabó por reprochar a Martínez su “sarcasmo” y “afán de protagismo”. Finalmente, se aprobó la propuesta y en agosto no habrá pleno.