Martínez mantiene el pulso con el PSOE provincial

El presidente de Suplusa y alcalde de Becerreá dijo que no guarda "ningún odio" ni "rencor" contra nadie dentro del ejercicio de la política

Manuel Martínez. SEBAS SENANDE
photo_camera Manuel Martínez. SEBAS SENANDE

El presidente de Suplusa y alcalde de Becerreá, Manuel Martínez, dijo que no guarda "ningún odio" ni "rencor" contra nadie dentro del ejercicio de la política, y afirmó que todo el desencuentro con su partido se debe a que "lo único que lo mueve es la legalidad" y su interés por poner a funcionar las residencias de la tercera edad "lo más rápido posible".

También respondió, en rueda de prensa, a las declaraciones del presidente de la Diputación, Darío Campos, en las que aseguraba que Martínez necesitaba un tratamiento "psiquiátrico" o "psicológico" para tratar la "inquina" que lleva "dentro" contra el ex secretario general de los socialistas gallegos, José Ramón Gómez Besteiro, porque se ha convertido en una "enfermedad" para él.

"Es veterinario. Por eso fui al HULA esta mañana para pedir una segunda opinión", ironizó Martínez, quien dijo sentirse más preocupado por la "falta de palabra, las mentiras y la falsedad del grupo socialista" que por ese diagnóstico anunciado por el presidente de la Diputación.

De hecho, confirmó que ya ha recibido una comunicación del PSdeG, entiende que para comunicarle la apertura de un expediente disciplinario, porque no tiene pensado recogerla y mucho menos contestarla. "Que me echen automáticamente. No quiero saber nada más. Me tiene sin cuidado lo que hagan", añadió.

En cuanto a las residencias de la tercera edad , insistió en que existe por parte del gobierno de la Diputación un "interés por privatizar" esas instalaciones que es "claro y contundente", hasta el punto de que estuvo dispuesto a "romper un pacto que estaba funcionando perfectamente" con él mismo y a iniciar "una carrera frenética" para firmar los acuerdos con los ayuntamientos.

De hecho, aseguró que las residencias serán "un chiringuito extraordinario" para para una empresa privada, porque el contrato de servicios en el que piensa el gobierno provincial es "totalmente negativo" para la Diputación, que asumirá "las pérdidas" del servicio si existen, mientras que si hay beneficios se los llevará la concesionaria.

"Es un contrato de alto riego para la Diputación" y que implica que "el personal no va ser público", insistió Martínez.

También encuentra como posible motivo para lo sucedido el hecho de que había gente en el gobierno provincial que no quería que "Martínez abriese las residencias", porque la gestión desde que se hizo cargo de la presidencia de la empresa pública, en septiembre de 2017, ha sido "brillante".

De hecho, confirmó que en su momento le propusieron llevar la gestión de las residencias desde la Vicepresidencia de la institución, pero declinó ese oferta, porque si hubiese abandonado Suplusa y aceptado el encargo, podrían haberlo cesado, como finalmente ha sucedido, y lo hubiesen dejado "con el culo al aire" y sin capacidad de maniobra.