El Martes de Entroido, que este año cae el 16 de febrero, será festivo local en 48 de los 67 ayuntamientos de la provincia. La mayoría de los municipios lucenses han preferido mantener en rojo esta fecha en su calendario, pese a tratarse de una celebración de marcado carácter social y que este año estará condicionada por las restricciones derivadas de la pandemia sanitaria.
Así, algunos concellos ya han anunciado que suspenderán cualquier tipo de acto, mientras que en otros casos se optará por concursos virtuales de disfraces que nada tendrán que ver con los habituales desfiles.
Entre las celebraciones más multitudinarias de la provincia por estas fechas, este año no habrá ni Oso de Salcedo, en A Pobra do Brollón, ni el Entroido Ribeirao, en Chantada, aunque, tradicionalmente, en este último municipio el Martes de Carnaval ya nunca suele ser festivo.
Este día también será laborable en Palas de Rei, en donde ya se ha anunciado la suspensión de todos los actos relacionados con el Entroido.
En Castroverde, donde el martes sí es fiesta, el Concello decidió organizar en esta ocasión un concurso virtual en el que los participantes de cada categoría deberán presentar un vídeo de dos minutos de duración como máximo. Lo más interesante es que se mantienen los premios económicos, un total de 1.800 euros, que se repartirán entre los ganadores de las distintas modalidades (individual, parejas y comparsas, tanto en infantil como en adultos).
En el caso de Lugo, el gobierno local decidió mantener el 16 de febrero como no laborable y ello a pesar de que en los últimos años son cada vez más las voces que piden romper con la tradición y trasladar este festivo al jueves o viernes más próximos al Arde Lucus.
Este año hubiera sido sin duda una buena ocasión para hacerlo, ya que mientras que en febrero las restricciones sanitarias se prevé que sigan en máximos, a finales de junio -cuando tradicionalmente se celebra la fiesta de recreación romana- podría haber unas medidas más laxas, siempre y cuando el número de vacunaciones avance según lo previsto.
Por lo demás, las fechas de festivos locales se mantienen en los distintos municipios con muy pocas novedades con relación a años anteriores.
Los principales cambios están entre los concellos que se decantaron por recuperar el Martes de Carnaval -como Baralla, Monterroso, Ourol y A Pobra do Brollón- y aquellos que optaron por trasladar este festivo a otras fechas. Este es el caso de Cervantes, que celebrará el San Román (9 de agosto), y Cervo, que hará lo mismo con el San Roque, el 16 de agosto.
En todo caso, la mayoría de las localidades han apostado por hacer coincidir su otro festivo con sus patronales, la mayoría de ellas concentradas en los meses de verano.
La esperanza es que la situación sanitaria mejore de cara a los próximos meses, lo que debería permitir celebrar todas esas fiestas y verbenas con unas restricciones muy inferiores a las actuales. Sin duda, esta sería la mejor de las noticias para los comercios y negocios de hostelería locales, que tradicionalmente incrementan notablemente su facturación en esos días. Un dinero más necesario hoy que nunca, debido a la floja actividad que vienen arrastrando desde el pasado verano.
