Los socorristas barreirenses tratan de balizar cada día la cueva, entre Lóngara y Corveiras, de la que se desprendieron algunas rocas el pasado domingo, una de las cuales estuvo a punto de impactar sobre una bañista. El problema es que las mareas vivas que está habiendo complican la señalización y han de estar retirando y volviendo a colocar las cintas cada poco. No han caído más cascotes, pero, como ya avanzó este periódico, desde comienzos de verano el Concello dispuso cartelería advirtiendo de estos riesgos en arenales como Altar.
Los vecinos de siempre del lugar creen que la repercusión está siendo mayor ahora porque «también estas playas reciben a más gente. Los que somos de aquí —dicen— ya teníamos cuidado".
A las críticas vertidas hace unos días por veraneantes sobre los dañados accesos a la playa de Altar debido a los últimos temporales pendientes de reparación, se unen algunos miembros de la asociación de vecinos de la cercana parroquia de San Bartolo.
Se sienten, como asociación de vecinos, "ignorados sistemáticamente por el alcalde de Barreiros", Alfonso Fuente, que "ni siquiera contesta a los escritos presentados en los que se denuncian estos y otros problemas existentes". Piden al regidor que trate con ellos los problemas de las playas y les resulta llamativo "que diga que están elaborando un proyecto para completar el paseo marítimo sin hablar primero con la vecindad para informar de algo que llevamos décadas reclamándole como es completarlo en Altar".
Aparte, otros veraneantes, como campistas de la zona de Arealonga, se quejan del hedor que desprende el vertido fecal balizado también en la playa, cerca de As Catedrais, lo que motivó la retirada de la Bandera Azul.
