Una marcha pone en valor una mina de A Silvarosa que atrae cada vez más

Participaron un centenar de personas a pesar de la fina lluvia que la acompañó al inicio
Xesús Oca (izquierda) le muestra a uno de los grupos una antigua vagoneta de la mina. A.L.
photo_camera Xesús Oca (izquierda) le muestra a uno de los grupos una antigua vagoneta de la mina. A.L.

La fina lluvia que caía este domingo a primera hora de la mañana en Viveiro no amedrentó a un grupo de unas 100 personas que se animaron a participar en la decimocuarta edición de la marcha a las minas de A Silvarosa, una actividad que organiza la ACD Minas da Silvarosa.

Este colectivo, que preside Xesús Oca, trabaja en colaboración con el Concello en la puesta en marcha de un museo sobre un yacimiento industrial que fue un importante motor económico de Viveiro entre los siglos XIX y XX.

Asimismo, el proyecto incluye abrir al menos dos bocaminas y hacer visitas al antiguo poblado en el que moraban los mineros y los encargados de este yacimiento de mineral. Todo ello con la intención de convertir la mina en un atractivo turístico más, al que el Concello ya organizó visitas durante este verano, y también poner en valor un pedazo de la historia industrial vivariense.

Viveiro trabaja con la asociación organizadora para crear un museo y abrir varias bocaminas

Tras la salida de la Praza Maior, la jornada de este domingo fue abriendo poco a poco y los participantes pudieron disfrutar finalmente de un animado paseo prácticamente sin mojarse que terminó, en primera instancia, en el propio alto de A Silvarosa. La organización terminó "encantada con esta edición e cremos que foi un verdadeiro éxito", señaló Oca.

Los senderistas, divididos en grupos y acompañados por Xesús Oca, que hizo de guía, pudieron visitar el antiguo poblado minero, donde observaron detalles como la que fuera antigua capilla y distintos elementos —vagonetas y raíles— que los miembros de la familia que reside todavía allí han ido adaptando a otros menesteres.

Los senderistas subieron hasta el poblado minero y allí disfrutaron de una visita en grupos reducidos y guiados por Xesús Oca

Igualmente, se acercaron a las chimeneas y a alguna de las bocaminas que están cerradas en la actualidad. Oca les explicó también distintas cuestiones como la procedencia de los mineros o cómo fueron evolucionando los trabajos hasta que la mina cesó su actividad en el 1961.

Luego se dirigieron a la antigua escuela de Vieiro, lugar en el que se ubicará el futuro museo, para recibir los recuerdos de la marcha y allí también entregaron los trofeos do Cargadoiro, que premian a los participantes más fieles.

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