Opinión

Madre de la vacuna

UNOS DICEN que merece el Nobel de química y otros la llaman directamente "la madre de la vacuna" más esperada. Se llama Katalin Karikó y no tuvo una vida personal y profesional fácil, desde que nació hace casi 66 años en la ciudad húngara de Szolnok y se crio en una humilde casa sin luz ni agua. La suya es la historia del triunfo de la perseverancia. Estudió biología en su país y a los 30 años se fue a hacer el doctorado a Estados Unidos, donde reside desde 1985 y donde lleva cuatro décadas trabajando en la sombra. Tuvo varios reveses en sus proyectos de investigación pero ahora le llega el reconocimiento mundial, pues sus descubrimientos sobre el ARN mensajero resultaron determinantes para que sean realidad tanto la vacuna de Pfizer-BioNTech como la de Moderna. Desde El País, la bioquímica anima a la gente a que se inmunice y está convencida de que después del verano "probablemente podremos volver a la vida normal". Aunque sea poco a poco.

La política que todo lo empaña
Que si el Gobierno delega, que si las comunidades van a su bola, que si uno dice una cosa y otro la contraria. Algunos políticos tratan de anotarse tantos en vez de dejar el protagonismo a sanitarios y científicos. Con su actitud solo siembran dudas.

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