POR LO QUE se ve, en el fútbol pasa lo mismo que en la política: está lleno de machos alfa, sobrado de personalismos y falto de voluntad de consenso. El abierto enfrentamiento entre Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), y Javier Tebas, máximo responsable de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), es una muestra de ello. Aquí no hay bloqueo para formar gobierno, pero sí para programar los partidos. Y la falta de empatía entre los líderes —como en el caso de los políticos— es un factor clave. Si hace unos meses Rubiales ya se cargó el proyecto de Tebas de jugar un encuentro de la Liga en Miami, ahora no quiere permitirle que haya fútbol los viernes y los lunes. ¿Y qué opinan los clubes? Pues que es un ataque a su principal fuente de ingresos, que son los derechos de televisión. ¿Y qué piensan los aficionados? Posiblemente lo contrario. Pero ‘money is money’... Como dicen Les Luthiers, "el dinero no da la felicidad, pero la compra hecha".
Lo que incide el fútbol en el PIB
Según un estudio, el fútbol aporta ya casi el 1,5% del PIB en España. ¿Y qué supone para Lugo tener un club en la élite? Seguramente más de lo que pensamos en términos económicos. Valorémoslo.
