La liturgia de la Iglesia Católica tampoco escapa del coronavirus y el cura de Momán (Xermade) y Labrada (Guitiriz), Luis Ángel Rodríguez Patiño, ya ha anunciado medidas preventivas para garantizar la salud de sus feligreses.
Invita a sus feligreses a no celebrar la paz dándose la mano.
No es miedo, es prevención. Ahora vienen las fiestas, las comuniones... y llegan familiares y mucha gente de fuera, del País Vasco, Suíza... y hay que tener precaución. Es una manera de protección en comunidades pequeñas como Momán y Labrada y con gente mayor donde es más fácil el contagio, y también es una manera de llamar la atención respecto a la higiene.
¿Qué recomienda?
Un saludo, un besito al aire, un guiño... evitar el contacto. Vale más prevenir que curar.
¿Cómo lo acogerán la gente?
La gente va a hacer lo que le dé la gana, pero yo lo haré.
¿Tiene más propuestas?
Volveré al lavado de manos al preparar el ofertorio en el altar, para purificar las manos antes de repartir la ofrenda. Y dejaré de dar de beber del caliz después de la comunión, algo que se hacía en bodas.
¿Cree que los feligreses pueden ver la iglesia como un riesgo?
No. El contacto es poco tiempo y no pasa nada, pero hay que evitar problemas. En Inglaterra ya lo están haciendo en algunas iglesias.
¿Hay mucho alarmismo?
Hay alarmismo social y negocios por el medio (las mascarillas, las vacunas...). Y es peor la situación de los refugiados en Europa, eso sí que es vergonzoso. Pero tú desde tu comunidad debes y tienes derecho a tomar medidas.
Ya hay voces que lo apoyan y voces que lo critican.
¡Ya está el cura en la palestra! Es normal, el pan de cada día. Pero tengo que leer la realidad de la vida y hacer cosas.
¿La Uned Sénior canceló algún viaje?
No, de momento mantenemos todo igual.
