Luis Regueiro Pumarega

¡Qué país, Miquelarena!, nieto del samiense Luis Regueiro  

Una hija del propietario del Hotel España será la madre del periodista aludido en la célebre expresión

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El Progreso 14/10/2020

CELEBRADA LA Fiesta Nacional el pasado día 12, corresponde hablar de Luis Regueiro Pumarega (Samos, 1840), y verán ustedes por qué.

Nace nuestro hombre en San Cristovo do Real, de donde sale para cumplir el servicio militar, que acaba como sargento de Ingenieros.

Deja el ejército y por razones desconocidas lo encontramos trabajando en Andújar (Jaén) como administrador de la Empresa Andaluza de Diligencias La Cordobesa. En ella permanece desde los veinticinco a los treinta años. 

Con esa edad, alrededor de 1870, llega a Madrid dispuesto a triunfar en el mundo de la hostelería, por lo que abre la fonda La Española en el número 12 de la calle Mayor, un céntrico emplazamiento como lo sigue siendo hoy.

Su experiencia, su fama de honradez, las relaciones establecidas en Andalucía y un buen servicio consiguen que la Española cobre fama y se mantenga a lo largo de los años hasta crecer y convertirse en el Hotel España, con un estupendo comedor para banquetes, luz eléctrica, cuarto de baño, salón de lectura y otras comodidades que no eran comunes a todos los establecimientos.

En el aciago año de 1898, Luis Regueiro se ofrece para acoger al soldado sin recursos que le indique el diario El Imparcial.

Luis pertenece al grupo lucense del Centro Gallego de Madrid, con Venancio Vázquez, Alfredo  Paradela,   Faustino  Martínez,  Ramón  Gómez,  José  y  Andrés  Paz,   Antonio  Gómez,   Augusto  Maciá  y  Manuel  Arias, que jugarán un papel decisivo para el traslado de los restos de Pascual Veiga a Mondoñedo.

De Andújar ya llega casado con Liboria Cereceda y Leguina, con la que tendrá dos hijas, Josefa y Victoria. La segunda se casa con el industrial Ruperto Ángel Miquelarena Ulacia y la segunda, con el agente comercial Francisco Casas, que sucede a su suegro al frente de la dirección y la gerencia del hotel.

Liboria fallece en 1915 y Luis, en 1916. Sin embargo su historia, aunque desconocida, sigue y se prolonga hasta nuestros días, porque Ruperto y Victoria son padres de siete hijos, uno de los cuales será Jacinto Miquelarena, periodista, escritor y humorista, cuyo primer apellido aporta el cincuenta por ciento de una conocida frase con la que muchas veces se resume qué es España.
Se supone que su tronchante origen es el siguiente:

Sobre el andén de la estación ferroviaria de Bilbao charlan el periodista falangista Pedro Mourlane Michelena y su colega y amigo Jacinto Miquelarena, ambos vascos, aunque con sangre andaluza y gallega el segundo.

Estamos en plena II República, más o menos cerca del inicio de la guerra.  En determinado momento ven que un coronel del Ejército se asoma por la ventanilla del tren que está apunto de partir y que probablemente deberá tomar uno de los dos.

El coronel se dirige a voz en grito hacia un soldado que baja del vagón a toda velocidad, y le ordena:

_ ¡Corre a la cantina y que te den una guindilla picante!

Y para recalcar las características de su encargo, el oficial añade:

_ ¡Y que pique mucho, que si no, te la voy a meter por el culo!

Mourlane, que no puede dejar de oírlo, suspira hacia la solapa de su amigo:

_ ¡Qué país, Miquelarena, qué país!

Desde entonces, bien porque el nieto de don Luis, Jacinto Miquelarena Regueiro se encarga de contarla; bien porque el propio Mourlane lo hace, la expresión ha sido reproducida miles de veces por columnistas, tertulianos y particulares sin sospechar que Lugo interviene en la historia a través de un hombre que sale de Samos a hacer país, Miquelarena.

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