Lugo tiene semáforos exprés que apenas dan margen para cruzar

Se dispara la luz verde, la alerta auditiva empieza a sonar y en el temporizador del semáforo arranca la cuenta atrás: 15 segundos para cruzar en la Ronda da Muralla, en el paso de peatones situado después de la intersección con las calles Teatro y Castelao, uno de los semáforos de la ciudad que deja menos tiempo para cruzar. Los viandantes más atentos prosiguen pronto su camino mientras que algún despistado que ojea su teléfono móvil y un señor mayor tardan cuatro segundos en arrancar. Cuando quedan tres segundos, el muñeco verde empieza a parpadear, el señor con bastón llega a la acera de enfrente por los pelos y un rezagado se pone a cruzar con el resultado de llegar al otro lado ya con la luz roja.