La corporación municipal de Lugo decidió este lunes retirarle los honores a Francisco Franco 61 años después de ser nombrado alcalde honorario perpetuo. Lo hizo en un pleno en el que se dieron muchas paradojas. La decisión salió adelante gracias al voto de calidad del alcalde, el socialista José López Orozco, ya que el PSOE y el BNG la apoyaron pero el PP votó en contra. Después, López Orozco soliviantó a la concejala y portavoz del BNG Paz Abraira, al reivindicar la figura de un ministro de franquismo, Manuel Fraga, expresidente de la Xunta.
El regidor apuntó que todo el mundo tiene "derecho a evolucionar", en respuesta a las sentencias de muerte que Abraira atribuyó a Fraga. Por eso dijo que el político vilalbés, fundador del PP, se merece una calle en la ciudad, aunque matizó que en el grupo socialista no todos comparten esa opinión. Esa discrepancia la puso de manifiesto la concejala de Cultura, Carmen Basadre. "Tenemos una libertad democrática para debatir dentro del grupo y sobre Fraga cada uno tiene su opinión, y no estamos todos de acuerdo en relación a la propuesta de esta calle", dijo la edil.
También se acordó suprimir las medallas de oro a Heli Rolando de Tella, al Comandante Manso y a Antonio Pedrosa Latas. Todo ello con el rechazo de los 12 concejales populares, que adujeron que en el pleno donde iba también a revisión el callejero, tan sólo tres incumplían la Ley de Memoria Histórica. "El revisionismo no lleva a ningún lado", apuntaron en el PP, que sostuvo que para las personas que se proponen hay calles libres.
Este punto fue el más discutido y agrio de la sesión plenaria, la última de carácter ordinario de la corporación municipal salida de las elecciones locales de 2011.
En cuanto a otros asuntos, se aprobó la renuncia a pedir un crédito, a la que esta vez no se opuso el PP, pero sí se abstuvo el BNG. La misma postura adoptó la única representante nacionalista (Cristina Ferreiro, lesionada, no pudo acudir al pleno) con la concesión de una ayuda a Aspnais.
