Lugo entró en mayo en "un claro pico de patología cardíaca", según González Juanatey

Sucesivos pacientes llegaron al Hula en shock cardiogénico al esperar demasiado para ir al hospital por miedo
Intervención en la unidad de Hemodinámica del Hula. PEPE TEJERO (AEP)
photo_camera Intervención en la unidad de Hemodinámica del Hula. PEPE TEJERO (AEP)

En el puente de mayo el Hula entró en un “claro pico de patología cardíaca”, según el jefe de Cardiología, Carlos González Juanatey, que venía fraguándose desde poco después de iniciado el confinamiento. Durante cinco jornadas llegaron cinco infartos, todos en shock cardiogénico, una circunstancia directamente ligada al tiempo de evolución.

Todos llegaron tarde, muy tarde, horas y hasta días después de iniciados los síntomas. “Muchos de gente joven, menor de 50 años. Un paciente tenía 30”, dice y reconoce que “los hemodinamistas estaban francamente preocupados” con lo que veían durante sus guardias. El pronóstico de un infarto en shock cardiogénico es sustancialmente peor que el de otro que llegue en tiempo. Cuando los cardiólogos insisten hasta la saciedad en sus campañas en que el tiempo es clave es precisamente eso lo que tratan de evitar.

Para González Juanatey, resulta llamativa la situación del Hula en comparación con la de otros hospitales. Mientras que en otros centros se notó una bajada de accidentes cardíacos mantenida en el tiempo, tal y como refleja una revisión de la Sociedad Española de Cardiología, en el Hula el descenso duró una semana, la primera del confinamiento.

A partir de entonces, se recuperó el número habitual pero no el estado en el que llegaron los pacientes. “En abril hubo los mismos infartos que tenemos normalmente, pero nos llegaron mucho más evolucionados”, explica. Ahora mismo, la planta de hospitalización de Cardiología tiene 34 pacientes ingresados, con lo que supera su media habitual que ronda los 27 ó 28.

El doctor Juanatey cree que la situación de Cardiología, con una subida de ingresos y una patología que claramente llega tarde al hospital, se verá también en otros servicios con el tiempo

“La gente espera para ir al hospital por miedo al Covid-19 pese a que ya tenemos muy pocos casos en el Hula y hace tiempo que no hay un ingreso nuevo. Siempre ha sido seguro venir al hospital porque los casos se han controlado muy bien en Lugo y ha habido poca transmisión, pero los pacientes no querían venir. Llamabas a un paciente al que, gracias a un Holter [dispositivo de monitorización cardíaca] se le había detectado una arritmia grave para que viniese al hospital y te decía que no. Acababa viniendo al cabo de unos días por Urgencias porque esas cosas no pueden esperar”, explica.

El doctor Juanatey cree que la situación de Cardiología, con una subida de ingresos y una patología que claramente llega tarde al hospital, se verá también en otros servicios con el tiempo. “Ocurre antes con esta porque es la que se ve antes, la que llega un momento que no puede esperar, pero el Covid-19 tendrá consecuencias en muchas otras. Después llegarán las neurológicas y, en una siguiente fase, las de los pacientes crónicos”, explica.

No es el único especialista convencido que la mortalidad asociada al Covid-19 será muy superior a la de los infectados, sino que también afectará a muchos otros pacientes con otros problemas de salud a quienes el confinamiento y el miedo a ir al hospital y hasta a contactar con el sistema sanitario les traerá problemas a la larga, con empeoramientos que hubieran podido evitarse o que serían más leves de haber recurrido al médico en cuanto se empezaran a percibir. “Evidentemente, las otras enfermedades no desaparecen ni cambian su evolución por el Covid-19”, concluye.