El sistema Ora va camino del medio siglo en Lugo, está bajo lupa judicial y el Concello acordó esta semana estudiar la rescisión del contrato a Doal (grupo Vendex) y volver a readjudicar el servicio. Sin embargo, colectivos vecinales y empresariales creen que hay que ir más allá y claman por un profundo cambio del sistema, que ven necesario pero abusivo en las condiciones actuales.
Los conductores consideran excesivo el número de calles con Ora, inadecuados los precios y las franjas horarias e implacable el seguimiento de que son objeto por parte de los vigilantes, que no dan ni un minuto de margen y en ocasiones incluso multan antes de que venza el tiempo del tique, según las denuncias realizadas en numerosas ocasiones.