Lugo arrancó este año con 38 denuncias activas por desaparecidos, once menores

Alrededor del 20% aparece en las primeras 24 horas y el 70% de los supuestos se zanja en menos de dos semanas, pero hay casos que llevan meses sin resolverse, como el del joven vivariense al que se le perdió la pista en diciembre tras una cena
Hallazgo del coche del desaparecido Alejandro Meitín a finales del pasado mes de diciembre en el puerto deportivo de Viveiro. AEP
photo_camera Hallazgo del coche del desaparecido Alejandro Meitín a finales del pasado mes de diciembre en el puerto deportivo de Viveiro.

Hace unos días, una mujer a la que se le había perdido la pista en noviembre de 2016 en Lugo se presentó en una comisaría de la comunidad gallega para confirmar que se encontraba en perfecto estado de salud, que se había marchado de forma voluntaria y que no quería tener ninguna relación con sus allegados. Fue un final extraño, pero feliz, a más de tres años de incertidumbre, una sensación que mata en vida a los familiares de los desaparecidos. En la provincia lucense, el presente año arrancó con 38 denuncias activas por personas en paradero desconocido, once de las cuales eran menores de edad. Estas cifras, recabadas por el Ministerio de Interior, revelan un incremento con respecto al año anterior, que comenzó con 25 búsquedas activas, doce de ellas de menores.

En cuanto se presenta una denuncia de este tipo, los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad abordan las circunstancias de la desaparición y determinan si debe considerarse de alto riesgo o de riesgo limitado. En el primer grupo se incluyen los casos en los que hay indicios de un posible secuestro o extorsión; aquellos en los que existe un riesgo para la vida o la salud de la persona desaparecida o de terceros; cuando alguien no ha llegado a su destino y no ha dejado ningún mensaje; cuando la persona abandona su vehículo sin razón aparente; cuando no lleva efectos personales ni documentación; cuando presenta una desventaja física y mental o falta de autonomía; cuando se trata de víctimas de violencia de género y, en general, cuando no hay "explicación posible" para justificar la desaparición.

DURACIÓN. El trabajo de Policía y Guardia Civil hace posible que, en la mayor parte de los casos, las desapariciones se resuelvan con celeridad. De hecho, a nivel nacional, el 74% del total de denuncias presentadas a lo largo del pasado año finalizaron dentro de los 14 días posteriores a la desaparición. Y de estos desenlaces, el 23% se zanjaron en menos de 48 horas. Tal y como matizan desde Interior, en el caso de los menores, suelen ser situaciones que resuelven rápido, ya que muchos son jóvenes que se fugan de centros tutelados y posteriormrente regresan de forma voluntaria o son localizados por los agentes.

La mayor parte de las desapariciones de menores son jóvenes que se fugan de centros tutelados y luego regresan o son localizados

Sin embargo, hay casos que nunca llegan a resolverse y que dejan a los familiares inmersos en una situación de angustia permanente. En la provincia de Lugo, las fuerzas y cuerpos de seguridad -así como la asociación Sos-desaparecidos- buscan desde hace nueve años a Carlos Fernández González, que desapareció el 22 de noviembre de 2011 en Castro de Ribeiras de Lea, cuando tenía 45 años. Según algunas informaciones, este lucense fue visto en la estación de tren de la ciudad de A Coruña en febrero de 2012, pero no fue localizado ni se recabaron más pistas sobre su paradero.

Y otro de los casos que mantiene en vilo a los lucenses, y especialmente a los vecinos de la zona de A Mariña, es el del vivariense Alejandro Meitín San Isidro. El joven, de 34 años, fue a cenar el pasado 14 de diciembre a un restaurante de Area con sus compañeros de empresa y esa misma noche estuvo en un bar de Viveiro, donde se perdió su pista. Doce días más tarde, su turismo fue localizado hundido en la dársena del puerto deportivo de Viveiro. El vehículo presentaba escasos daños, por lo que los investigadores barajaron la posibilidad de que el coche pudiera haber caído al agua de manera accidental.

Tras el hallazgo del turismo, los buzos de la Guardia Civil, con el apoyo de sus compañeros en tierra, así como de los agentes de la Policía Nacional, realizaron varias inmersiones en la zona del muelle deportivo y en los alrededores, pero no encontraron ninguna pista que arrojara algo de luz sobre el joven, cuya desaparición continúa siendo a día de hoy -cinco meses después de ser visto por última vez- un auténtico misterio.

Sin perder la esperanza, las fuerzas de seguridad del país mantienen actualmente activa la búsqueda de Alejandro Meitín y de otras 5.529 personas que, como él, se esfumaron un día sin dejar ni rastro.

Interior estima que el 90% son marchas voluntarias y el 1,54% aparece sin vida

Según los datos recabados por el Ministerio de Interior a nivel nacional —que se pueden extrapolar a la provincia de Lugo— la mayor parte de las personas que figuran en la base de desaparecidos dejan atrás su vida cotidiana de forma voluntaria y en algún momento vuelven a dar señales de vida. Así, de todos los casos resueltos, alrededor del 90% se habían marchado de forma voluntaria y posteriormente regresaron, o sus familiares constataron que se encontraban en perfecto estado de salud.

Las estadísticas oficiales señalan igualmente que en un 3,60% de los casos son los agentes quienes localizan al desaparecido con vida. Además, en el 2,23% de los supuestos, la persona buscada se encontraba en un centro hospitalario o en un psiquiátrico. Ese fue el caso de un burelés de 47 años que desapareció en diciembre y fue localizado tres días más tarde tras sufrir un accidente de circulación en la localidad de Mérida, en Badajoz, lo que le llevó a tener que ingresar en un centro hospitalario. Por otra parte, en el 1,51% de los casos, la persona desaparecida estaba detenida o incluso en prisión.

FALLECIDOS. El peor de los desenlaces se da cuando el desaparecido es localizado sin vida, una circunstancia que se produce en un 1,54% de los casos denunciados. "Entre el total de fallecidos, el suicidio, con un 43%, es la principal causa de fallecimiento; seguida por muerte natural, con un 22 %; accidente, con un 17%, y muerte violenta, con un 8%. En un 7% de los casos", apuntan, "la causa es inicialmente dudosa".

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