Lugdunum, pionera en la recreación castrexa, cumple su primera década

Fue el primer colectivo lucense que ahondó en la cultura anterior a la llegada de los romanos ► Preparan ya una nueva palloza para el próximo Arde Lucus y sorpresas en torno a la primera

Campamento castrexo. EP
photo_camera Campamento castrexo. EP

En la pasada edición del Arde Lucus se cumplieron diez años de la fundación de la primera asociación castrexa en la historia de la ciudad, conocida como Lugdunum. Con motivo del décimo aniversario, sus asociados adelantan que en la próxima festividad sorprenderán con novedosos talleres y actividades en las que la palloza inicial del grupo será la protagonista.

"Para la próxima edición construiremos, al igual que este año, una nueva palloza. Aún así, la mayor sorpresa estará vinculada a la palloza inicial del grupo, la que todavía conservamos", asegura Nacho Martín, asociado de Lugdunum. Esta novedosa actividad, explica, "consistirá en un tema muy bonito y emotivo", a través del que intentarán "continuar con el éxito de las últimas iniciativas" y "potenciar el interés por la cultura castrexa", una de sus principales pretensiones.

Cada año buscan "sorprender con actividades nuevas, conservando las que funcionan. En el último Arde Lucus la novedad se centró en la historia de las runas celtas a través de un taller comandado por el druida del grupo, Miguel Carricoba, y en el que aseguran que recibieron "un gran apoyo y aceptación".

A día de hoy, son 35 las personas asociadas, un número que consideran "adecuado", ya que les permite "trabajar de forma ordenada y efectiva"

La fundación de Lugdunum surgió de la disolución del grupo Scout Estrella Polar 222 y gran parte de sus integrantes siguen asociados a la nueva entidad. El proyecto se puso en marcha "con la intención de que las nuevas generaciones que allí se habían conocido mantuvieran el contacto entre ellos y con la cultura castrexa", apunta Martín. Con ese objetivo en mente, fueron "los primeros en interesarse en esta rama que nadie escogía con el propósito de conocer a fondo las raíces castrexas en las tierras gallegas".

En 2007, el último año en activo del grupo Scout Estrella Polar 222, participaron en la VI edición del Arde Lucus y lograron llevarse el primer premio del concurso de grupos, una distinción que repitieron al año siguiente, en el que ya debutaron como Lugdunum. "Conseguimos ganar dos años seguidos, lo que nos alegró mucho después del cambio de asociación", recuerda Nacho.

La principal variación que surgió de un grupo con respecto al otro tuvo que ver con la vestimenta de los asociados, ya que una vez que echó a rodar el proyecto de Lugdunum, todos los integrantes comenzaron a portar atuendos castrexos. "Quisimos que se nos diferenciara por ir todos con vestimentas parecidas, de estilo castrexo. En un primer momento se mantuvo la moda anterior en la que los hombres iban de romanos y las mujeres con vestimentas castrexas, principalmente, para poder reutilizar los trajes ya que son muy costosos", afirma Martín.

En 2013, la asociación sufrió un revés, ya que su palloza fue una de las que resultó afectada por el fuego que se inició en la castra, un disgusto que ha quedado atrás.

A día de hoy, son 35 las personas asociadas, un número que consideran "adecuado", ya que les permite "trabajar de forma ordenada y efectiva", según Martín. "Nosotros no le cerramos las puertas a nadie, siempre estamos dispuestos a acoger a nuevos interesados. Aún así, cuanta más gente, más difícil es organizar. Tenemos muchas ideas y nos llega de sobra con la gente que tenemos para ponerlas en marcha", explica Martín, quien añade que "si no hay orden siempre habrá personas que eviten organizar y se centren solo en acudir a las fiestas".

Gracias a este "ajustado grupo de trabajo", la asociación se permite acudir a otras festividades en las que siempre reciben "mucho cariño y el mejor de los tratos". "A Festa do Esquecemento" de Xinzo de Limia es la que más frecuentan, aunque han visitado muchas otras. Su actividad en Lugo también ha ido más allá del Arde Lucus, pues también han participado en celebraciones del Samaín.

Sobre las ventajas de pertenecer a Lugdunum, Nacho Martín lo tienen claro: "Tanto los que estamos ahora como los que ya no están siempre nos hemos aportado mucho mutuamente, tanto a nivel social como cultural". Además, finaliza, "el luchar por defender una cultura como esta es una motivación constante".