Opinión

Luces de colores

Da igual que iluminen o no de colores el puente de Rande. ¿A quién le preocupa y qué problema resuelve? El de los peajes de la autopista, no. Cuando lo que preocupa es la tarifa para la industria electrointensiva —que se lo pregunten a los trabajadores de Alcoa en A Mariña— resulta indiferente que Abel Losada, por el PSO E, lance con ese asunto de Rande fuegos de artificio acusadores contra la Xunta y el PP. ¡Tan mal anda de dianas para hacer al menos rasguños en el Gobierno de Feijóo. ¡Alfonso Rueda le contesta que quien paga es Audasa. Solo faltaría que lo pagásemos los ciudadanos, además de los peajes confiscatorios que aplica. La concesionaria obtiene pingües beneficios. Si hubiese ayudas públicas para las luces de colores sobre el puente de Rande, después de las subidas a caño abierto en las tarifas de los usuarios de la autopista, este país tendría que pasar por el diván del psiquiatra antes de las elecciones. Sonaría a una solemne burla ciudadana que la concesionaria recibiese ayudas públicas para luces de colores. 

Resulta una auténtica frivolidad polemizar sobre luces de colores o colorear el No-Do cuando la desindustrialización es algo más que una amenaza en Galicia. Está de más tanto el triunfalismo etéreo, como si esto fuese jauja, como la práctica opositora con boberías, que es una forma de tomarnos por tontos. 

De lo que hay que hablar es del estatuto del consumidor electrointensivo, que tampoco salió del Consejo de Ministros esta semana. Tiene a los trabajadores de Alcoa con la respiración contenida. La ministra Reyes Maroto, con Sánchez, no hace más malo de lo que fue al ministro Soria, con Rajoy. Se igualan. ¿No iban a resolver el asunto inmediatamente, tan pronto como hubiese Gobierno? Pues resulta que no. ¿No fue un argumento ante la opinión pública para acusar de irresponsables a quienes no facilitaban la investidura de Pedro Sánchez? ¡Quién se acuerda! 

De lo que hay que hablar es del estatuto del consumidor electrointensivo, que tampoco salió del Consejo de Ministros esta semana

Hay otras urgencias como un viaje a Barcelona hoy mismo para hablar con alguien que ya no pinta nada en el conflicto abierto en Cataluña. Si se es capaz de reformar el Código Penal, debería ser posible superar los obstáculos burocráticos y de intereses que frenan la tarifa para la industria de gran consumo, incluso en los organismos para control de mercados, precios, competencia y lo que les echen. 

Los múltiples portavoces que el Gobierno de Sánchez tiene en Galicia no aportan luz sobre una cuestión que sí es fundamental para toda una comarca, como la de A Mariña, y para otras industrias más en Galicia. Se trata de competir en igualdad. Nadie ha desmentido a la gran industria cuando asegura que los costes de la energía eléctrica son un 70% más caros aquí que los que pagan otras plantas de aluminio primario en Francia o Alemania, como recordaba Economía Digital Gallega el pasado martes. 

¿No pensará el PP, dado el anuncio urbi et orbi que hizo en Vigo, que va a cosechar votos allí con bombillas de colores?

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