Los lucenses consultan a su médico de familia una media de seis veces al año. Como es habitual, también en 2017 esas consultas aumentaron y los centros de la provincia asumieron 44.583 más que en el ejercicio anterior. De media, porque se trata de un dato que depende mucho del cupo que tenga el facultativo asignado, los médicos vieron a treinta pacientes cada día.
En un contexto que revela que cada vez se acude más al centro de salud -por lo que atienden más consultas no solo los médicos, sino enfermería, matronas u odontología- llama la atención la baja de consultas de pediatría. En total se recibieron 3.247 menos que el año anterior, un descenso de un dos por ciento. Además, los médicos de Familia derivaron un poco menos a los pacientes a especialistas del hospital, atendieron más consultas telefónicas y se dieron menos citas solo para recetas.
La tendencia en cuanto a las urgencias continuó similar a la de los últimos años: subiendo las hospitalarias y bajando las de los PAC. En el conjunto de los tres hospitales provinciales se vieron una media de 15 casos cada hora, un dato que en el caso del Hula fue de 11 por hora. Ese centro registró 1.132 consultas en Urgencias más en 2017 que en el año anterior.
El gerente del área integrada, Ramón Ares, explicó este viernes que aunque algún año se percibió una estabilización de los casos atendidos en Urgencias, el envejecimiento de la población y el incremento de los pacientes pluripatológicos justifica que cada vez se recurra más a ese servicio.
Un 15,87% de los casos vistos en el Hula acabaron ingresando, mientras que si se observa el conjunto de los hospitales provinciales sube hasta el 16,60%.
Uno de los incrementos sustanciales observados el año pasado en el hospital lucense fue el de las consultas de especialidades. Se atendieron 41.316 más, de las que 18.000 fueron primeras consultas y 23.258 sucesivas. Ares destacó que la práctica totalidad se atendieron en jornada ordinaria de mañana y, por tanto, sin necesidad de alargar horarios para asumir ese incremento de casos.
Una consecuencia habitual de acudir más al médico es el incremento de pruebas diagnósticas, otro indicador que no para de crecer. Aumentaron todas: placas, resonancias magnéticas y, más contenidamente, las ecografías. Pero la subida más importante se registró en las pruebas de Tac, de las que se hicieron dos mil más que en el año anterior, según los datos de actividad presentados este viernes y que, por primera vez, Sanidade decidió ofrecer separados de los de lista de espera.
EL CRIBADO, EN TODA LA PROVINCIA. El programa de cribado de cáncer de colon se extenderá este año a toda la provincia, de forma que a la población de entre 50 y 69 años se le ofrecerá hacerse una prueba de sangre oculta en heces, para analizar la conveniencia de una colonoscopia posterior. Todas las vías rápidas de cáncer que tiene el Hula (circuitos especiales de derivación para casos de sospecha de un tumor prevalente) han aumentado, salvo las de mama y otorrino.