La lucense María Vidal Pardo del Río, elegida como mejor abogada joven de España

El premio le fue concedido por el diario Expansión tras ser propuesta por su despacho, Uría Menéndez, donde es asesora de operaciones mercantiles y derecho regulatorio bancario
María Vidal Pardo, en su casa de Lugo. EP
photo_camera María Vidal Pardo, en su casa de Lugo. EP

El diario económico Expansión acaba de reconocer a la lucense María Vidal Pardo del Río como mejor abogada joven de España, tras elegirla entre los diez finalistas menores de 35 años que superaron la selección. "Un reconocimiento muy serio" que le proporcionó "mucha alegría" a esta asociada del despacho Uría Menéndez, en el que ejerce como asesora en operaciones mercantiles, derecho regulatorio bancario, gobierno corporativo y mercado de valores.

Según explica María Vidal Pardo, son los despachos los que presentan sus candidaturas al premio. Cada despacho elige internamente dos candidatos; luego hay un comité que hace una preselección en base a los méritos de cada uno, y de ahí sale la lista de diez finalistas; después hay una votación a sobre cerrado de un comité en el que están diversas empresas del Ibex 35 y otras empresas grandes y los socios directores de los grandes despachos de España y se suman las votaciones. El anuncio se hace en la misma cena de entrega, por lo que fue "toda una sorpresa".

Miembro de una conocida familia lucense "de médicos y abogados, a mí, siendo las dos profesiones de vocación de servicio, me llamó más la abogacía, me iban más las letras que las ciencias". Estudió en los Maristas y en el Femenino, y con 18 años se fue a estudiar a Madrid. "Nada más acabar la carrera", recuerda, "me incorporé al despacho Uría Menéndez y llevo toda mi carrera profesional aquí, es como mi segunda familia". La primera es la formada por su marido, también de Madrid, y su hija.

A sus 34 años, las circunstancias le han llevado a la especialización en un sector, el derecho mercantil, bancario y mercado de valores, que a ella le apasiona: "Alguien externo lo ve como algo aburrido, muy árido, pero tiene su aquel. Tampoco es un contenido que se estudie mucho en la universidad, uno no sale diciendo: 'me quiero dedicar al regulatorio bancario'. Pero es un tema que lo vas aprendiendo, le coges el gusto porque te gusta ver que eres útil y luego es bonito". A ella la especialización le fue viniendo "por el momento en que terminé la carrera, que era un momento de reestructuración de las cajas de ahorros y eso era en lo que había que trabajar. Poco a poco fue surgiendo un área de especialización y una vez que te especializas en algo, te gusta".

Este mundo de fusiones, bancos y empresas tampoco es el tanque de tiburones que se retrata en el cine y en la televisión. "No es como en las series de televisión", rechaza Vidal Pardo, "no tiene nada que ver, aunque sí hay veces que estás involucrada en operaciones de esas que dan titulares. Pero yo asesoro a mis clientes, que en efecto son generalmente empresas y no personas físicas, para que puedan prosperar en sus negocios y para hacer las cosas correctamente. Estoy muy orgullosa del trabajo que hago y en el despacho lo hacemos con una ética impecable. Tengo la conciencia muy tranquila".

Mariquiña, entre Lugo y Ribadeo
Lleva desde los 18 años en Madrid y su marido también es de allí, así que María siente que la capital la han "adoptado". Eso no le impide "seguir llevando muy a gala lo de gallega. De hecho, en mi casa me llaman Mariquiña y aquí hay mucha gente que me llama así", comenta.
En casa
Tampoco ha perdido el contacto con su tierra: "Mi Navidad en Lugo no la perdono", revela, "aunque haya que pelearse con la familia política por la Nochebuena. Y las vacaciones de verano son en Ribadeo siempre, me gusta ir a mi casa. Entre Lugo y Ribadeo comparto mi tiempo".

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