LAS PORTAVOCÍAS habituales del PP reflejan desconcierto. Javier Moroto pide cinco votos socialistas «al azar» para que el Gobierno y el PP pueda aprobar los Presupuestos. Ese mensaje de llamada al azar, y a Pedro Sánchez, es de arriesgada interpretación puesto que llega cuando se informa de que es el propio Mariano Rajoy, o sea, el presidente del Gobierno, el que se pone al frente de la negociación para sacar adelante los Presupuestos. ¿Es cuestión de azar o de negociación sacar adelante los Presupuestos? Para Rafael Hernando forma parte de la tradición que cuatro ministros, cuatro, entonen Novio de la muerte, el himno de la Legión, duante una procesión el pasado jueves en Málaga. Qué hacían allí cuatro ministros, como tales ministros, y con la titular de Defensa como presidencia procesional. Como ciudadanos pueden ir a las procesiones que estimen pero la condición de ministro hay que dejarla aparcada a la puerta del templo o antes de que salga el santo por las calles. ¿Qué entenderá Hernando por tradición y sobre todo, por tradiciones a conservar? No es cuestión de escandalizarse por las banderas de Defensa a media asta el Viernes Santo pero para las ejemplaridades aconfesionales son necesarias, imprescindibles, frente al avance de los fundamentalismos y al silencio ante los mismos por comprensivos sectores occidentales. Mientras, Pedro Sánchez regresa a su quehacer opositor y al ser interrogado sobre un hipotético apoyo socialista para sacar adelante los Presupuestos, dice que «frivolidades, ninguna». Niega cualquier tipo de acuerdo sobre lo que sea, incluida la financiación autonómica.¿Será una frivolidad que la CDU y el SPD negocien y hasta repitan un gobierno de coalición en Alemania? Pedro Sánchez regresa al punto de partida, cuando lo apartaron de la dirección del partido. La vieja política ahora está de retirada. Hasta para Rajoy.
