Los vecinos del municipio de Guitiriz, cuya principal actividad es la ganadería, son los que más concienciados están con el reciclaje de los plásticos agrícolas. Así lo indican las 150 toneladas de lonas y otros materiales usados que remiten cada año a la planta de tratamiento situada en el municipio coruñés de O Pino, la única de sus características existente en Galicia.
En la provincia de Lugo, sólo el municipio de Sarria iguala estas cifras, si bien estadísticamente los números de Guitiriz serían mejores, tal y como apuntó la alcaldesa, Regina Polín, si se tiene en cuenta el número de explotaciones en cada lugar y la producción total de este tipo de residuos.
El Ayuntamiento habilitó cinco puntos de acopio para facilitar su recogida, situados en Santa Cruz, Pígara, Mariz, Sambreixo y Os Vilares y que se abren cuatro veces al año. Están en terrenos de las comunidades de montes y ocupan una superficie de 250 metros cuadrados cada uno, con una base de zahorra y cerrados con una valla.
Regina Polín explicó que una empresa cántabra dedicada al reciclaje se interesó recientemente por el sistema empleado de Guitiriz. "Les gustó la idea y cómo están los puntos de acopio", reseñó la regidora municipal.
Para que los vecinos descubriesen el proceso que siguen sus lonas y plásticos y los usos que tienen una vez reciclados, el Concello organizó un viaje, en el que participaron 30 personas, a la planta de reciclado Tryma, de O Pino. Allí vieron cómo se seleccionan, se limpian y se trituran hasta convertirlos en unas bolas del tamaño de las lentejas, que luego se usarán para fabricar tubos u otros plásticos.
"Les encantó la visita porque vieron algo que les resulta próximo", reseñó Polín. El viaje se completó con una visita a una depuradora de lodos, que se están usando como abono, a una quesería y a un museo de la miel.
El reciclaje de plásticos es sólo una parte del trabajo de concienciación sobre el tratamiento de residuos que se desarrolla en Guitiriz. El Ayuntamiento ha repartido ya entre los vecinos 400 cubos para fomentar el reciclaje doméstico, así como varios compostadores para los restos orgánicos. Su última campaña se centra en el reciclaje del aceite usado, con la distribución de embudos y botes y la colocación de bidones para su recogida por las parroquias.
