Los cultivos forestales para producir energía abren nuevas vías de I+D

Inaguración de la jornada técnica sobre cultivos enertéticos en superficies forestales (Foto: J. Vázquez)
photo_camera Inaguración de la jornada técnica sobre cultivos enertéticos en superficies forestales (Foto: J. Vázquez)

Los cultivos energéticos forestales -especies con alto aprovechamiento para la producción de energía- abren nuevas vías de aprovechamiento del monte, pero también nuevas líneas de investigación para determinar cuestiones como las especies que se deben usar, los modos de producción o los efectos para el medio ambiente. Así se señaló en la jornada técnica sobre cultivos energéticos en superficies forestales que organizó ayer la Plataforma Tecnológica Forestal Galega -que integra a investigadores, empresas y administración- en la Escola Politécnica.

Los investigadores se plantearon la conveniencia o no de establecer nuevos cultivos energéticos en Galicia sin conocer antes con exactitud la producción actual de biomasa que generan los montes gallegos, explicó el profesor e investigador de la Escola Politécnica Roque Rodríguez Soalleiro. Según indicó, el sistema de inventario nacional no se adapta bien a Galicia y eso impide conocer con exactitud las cifras de producción de biomasa, un dato importante antes de plantearse si es necesario incrementarla.

Investigadores y empresarios están también pendientes de la normativa que debe desarrollar la Xunta de Galicia, en la que se establecerá la definición de cultivo energético, que puede incluir o no las masas naturales. Este matiz tiene una importancia económica fundamental, ya que el Real Decreto que regula la producción eléctrica reserva una prima mayor si la producción proviene de cultivo energéticos, y será la Xunta la que defina qué se considera como tal, si se trata de plantaciones de nueva instalación o la biomasa procedente de masas naturales. «En función de eso, las líneas de I+D serán distintas», explica Rodríguez Soalleiro.

El director xeral de Montes, Tomás Fernández-Couto, señaló en la presentación de la jornada que el Gobierno gallego considera una prioridad el desarrollo de la normativa y que estará lista a medio plazo.

En cuanto a las especies, existen varias posibilidades, aunque no en igualdad de condiciones. A los suelos gallegos se adecúan distintas variedades de eucalipto, sauces, chopos o miscanthus, aunque algunas tienen un ámbito más restringido que otras. En todo caso, Rodríguez Soalleiro manifestó que es preferible «especies que rebroten porque no hay que replantar, el sistema radical protege el suelo y fija más carbono». Los investigadores también subrayaron que la plantación debe realizarse con material de buena calidad genética.

En cuanto a la fertilización, también se planteó el uso de cenizas de biomasa en terrenos agrícolas y forestales, que es adecuada si se realiza con cuidado y siguiendo las recomendaciones, explicó Rodríguez Soalleiro.

La jornada contó también con la intervención de Pedro García Herradón, vicerrector de Coordinación del campus; Esteban Sinde Stompel, presidente de la Plataforma, y Javier Bueno, director de la Escola Politécnica, El director general de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión Europea, José Manuel Silva Rodríguez, habló sobre las oportunidades para la bioenergía en 2013 y el presidente de Engabiomasa, Benito Fernández, sobre el grado de desarrollo del sector en Galicia.

IMPACTO
Es importante la sostenibilidad y la certificación

El catedrático de la Politécnica Antonio Rigueiro dirigió el grupo de trabajo sobre impacto ambiental y paisajístico de las plantaciones bioenergéticas, cuya conclusión general subraya la necesidad de que sean plantaciones sostenibles, en las que se tengan en cuenta criterios no sólo económicos, sino también sociales. También reseñó la necesidad de que se cree una certificación que garantice que la producción se ha hecho siguiendo esos criterios.

Especies autóctonas

Los investigadores expresaron su preocupación por la introducción de especies invasoras debido a su rentabilidad productiva e hicieron hincapié en la necesidad de evitarlo, ya que destruyen los hábitats autóctonos. También rechazan las transgénicas. Los cultivos energéticos pueden tener también efectos en el paisaje, por lo que Rigueiro expresó la necesidad de «ensaiar sistemas agroforestais» que reduzcan el impacto paisajístico.

También debe ser investigado el efecto de estos cultivos en los suelos, ya que «son moi intensivos e poden esquilmalos ou favorecer a erosión», indicó. Es necesario «devolver aos solos o que se extrae», matizó. Los cultivos energéticos requieren mayor densidad y turnos de tala más cortos.

Comentarios