Los captadores de socios de ONGs toman Lugo

Por ganar dinero o por colaborar con una causa en la que creen, cada vez más jóvenes salen a la calle a buscar apoyo para ONGs. Su objetivo es conseguir que los transeúntes se paren y convertirlos en socios de una organización humanitaria
Un miembro de Amnistía Internacional captando a una mujer.
photo_camera Un miembro de Amnistía Internacional captando a una mujer.

El número de re colectores de firmas, que son las personas que tratan de convencer a los viandantes para donar dinero a una causa benéfica, ha aumentando considerablemente en los últimos años y Lugo no es ajeno a este fenómeno. Una de estas ONGs es Save the Children, organización que trata de conseguir que todos los niños tengan una oportunidad de futuro cubriendo necesidades básicas sanitarias, educativas y alimentarias. Estos días presentan en la ciudad una campaña a nivel nacional para que todos los niños españoles tengan una educación, y otra internacional, centrada en la supervivencia al enviar alimentos, mosquiteras y demás necesidades básicas.

«Nos gustaría que la gente participará o bien mensualmente o como ellos elijan, ya que en la página web pueden dar donativos puntuales», afirma Aaron García, uno de los captadores de socios. Su labor consiste, según explica, «en tratar de que la gente se conciencie un poco y que conozcan lo que se busca con estos proyectos».

Este trabajo no cuenta con un sueldo fijo, sino que se consigue una remuneración dependiendo del número de socios que se consigan al día. Según Aaron, dedican «más de ocho o nueve horas a trabajar en esto».

No son la única ONG que utiliza esta táctica, lo que provoca una cierta competitividad a la hora de escoger zona, ya que hay que llegar el primero para poder quedarse con la mejor, que suele ser el centro de la ciudad por ser las calles más transitadas.

El coordinador de los captadores de socios de Save de Children, Adrián Moran, afirma que el aumento de personas dedicadas a este empleo se debe a que «cada vez hay más necesidad de conseguir fondos; ojalá la gente estuviera más concienciada y fueran ellos mismo a hacerse miembros».

La labor de estos captadores es básica ya que ellos son los que consiguen el 80 o 90% de los socios que se hacen en España de Save the Children. «Si la gente fuera a la oficina o la página web a hacerse socio nuestra presencia no sería necesaria. Muchas otras ONGs ven que los que lo hacemos de esta forma tenemos éxito y se están sumando, al ser una manera muy económica para las organizaciones de hacer socios de larga duración», declara Adrián. Por ello, no es de extrañar que Save the Children dedique el 19% de sus ingresos a la captación de fondos.

A la hora de parar a la gente en la calle no hay un perfil establecido, sino que cada uno va con las personas con las que más empatiza, aunque la gente joven es la que más abierta está. «Los jóvenes tienen trabajos malos, no están dados de alta en la Seguridad Social. Uno se tiene que adaptar con lo que hay, tiene más necesidad un padre de familia que una persona joven sin ninguna responsabilidad con un sueldo bajo, por eso ayudan más». afirma Adrián Moran.

Save the Children está en un proceso de ampliación, abriendo cada vez más centros, que tienen una buena aceptación. «Nuestra mejor promoción es que la gente vaya viendo lo que estamos haciendo, como esas más de 20.000 familias ayudadas».

Morán afirma que la competencia no existe. «Hay demasiados frentes que cubrir donde cada una cumple un ámbito diferente. Prefiero que una persona colabore con otra organización en vez de no colaborar con ninguna; cada uno tiene que colaborar con lo que crea», sentencia.

Greenpeace, una de las primeras ONG que usaron este método

Los últimos en llegar a Lugo han sido Greenpeace, la famosa organización que se dedica a la defensa del medio ambiente y del pacifismo. Junto a Amnistía Internacional y Survival, son organizaciones independientes que operan en España, al no recibir «apoyo de las subvenciones, ni fondos de empresas», afirma en su página web. Por tanto, les resulta vital el apoyo económico de las personas. «Si no hay gente detrás que apoye a Greenpeace, no existiríamos, por eso hemos estado siempre en la calle», declara uno de los captadores. Mientras, otras ONGs se han decidido a salir a la calle porque las administraciones les han recortado las ayudas.

La organización se define a sí misma como «diferente», ya que es un grupo de presión. Además, va más allá del ecologismo pue, según uno de sus voluntarios, «no podemos desligar los problemas medioambientales de los problemas sociales, económicos y sanitarios».

Greenpeace ofrece varias formas de colaboración: voluntariado -aunque Lugo aún no tiene aún un grupo propio-, captación de fondos, ciberactivismo o integrarse como socio. Los recolectores de firmas de esta asociación reciben un sueldo fijo. Existen equipos en Madrid y Barcelona, y otro itinerante, que ha estado visitando Galicia durante el último mes y esta semana en Lugo.

Los captadores que recalaron en la ciudad también aclaran que son miembros de Greenpeace. «No somos contratados a través de agencias como hacen otras ONGs, sino que estamos concienciados y somos voluntarios de otras actividades de la organización», explican.

En la actualidad Greenpeace cuenta con 100.000 socios, de los que la mitad tienen de 35 a 55 años.

Amnistía Internacional aumenta su número de socios

Otra organización que se dedica a conseguir fondos de esta manera es la de los chalecos amarillos, Amnistía Internacional. Esta organización busca la protección de los derechos humanos. Ellos también suelen trabajar como un equipo itinerante que se recorre toda España buscando fondos para la organización y también pasaron por Lugo estos días.

En las ofertas de trabajo de captadores de firmas de esta organización se ofrece un sueldo fijo de 1.086 euros brutos y dos pagas extras al año, trabajan cinco horas al día y tienen 22 días de vacaciones y una semana extra en Navidades y Semana Santa, pero han de cumplir unos objetivos semanales.

Las buenas condiciones laborales son un incentivo para que sus empleados se esfuercen en la captación de socios, dado que esta ONG se financia exclusivamente de las donaciones. «Amnistía Internacional España no admite subvenciones de gobiernos para nuestro trabajo. Nuestros recursos provienen casi exclusivamente de la generosidad de nuestros socios y socias o de donaciones particulares. Así preservamos nuestras imparcialidad y libertad de acción», afirma la organización en su web.

El número de socios de esta asociación ha ido creciendo en los últimos años, pasando de 67.969 en el año 2013 a 72.636 en 2014, sin duda gracias a la tarea de los buscadores de socios. Otra importante fuente de ingresos para estas organizaciones son los legados, ya que los socios de las ONGs puede solicitar en su testamento que se destine cierta cantidad de dinero cuando hayan fallecido.

Acnur oferta trabajo de media jornada con salario e incentivos

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (Acnur) protege a los desplazados y refugiados por situaciones bélicas y los reubica en su país de origen o en otro nuevo. Sus trabajadores también son habituales durante todo el año por las calles del centro de la ciudad.

La organización de Acnur oferta a sus captadores de socios trabajo de media jornada -cuatro horas y media-con un salario fijo de 800 euros más incentivos y cabe la posibilidad de ascender en la empresa con la obtención de buenos resultados.

Acnur se financia en casi su totalidad por medio de contribuciones voluntarias, en su mayoría provenientes de países donantes. También recibe importantes contribuciones del sector privado (en el que se incluyen empresas, fundaciones y particulares) y de organizaciones no gubernamentales.

Asimismo, Acnur recibe una limitada contribución del presupuesto anual de la ONU para cubrir algunos de sus gastos administrativos. Esta organización dedica el 13% de sus ingresos para «conseguir más ayudas» a través de márketing y captación de fondos.

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