Locales de ocio nocturno de Lugo siguen abriendo a pesar del cierre obligatorio

La Policía Local denunció dos noches consecutivas al mismo pub de la Rúa da Cruz por retomar su actividad y sancionó a dos bares de Salvador de Madariaga y Río Lor por exceso de horario. Los hosteleros insisten en que son "la cabeza de turco"
Uno de los altercados tuvo lugar en la Rúa da Cruz. AEP
photo_camera Uno de los locales denunciados está ubicado en la Rúa da Cruz. AEP

Aunque la gran mayoría de los locales de ocio nocturno de la capital lucense cerraron sus puertas de forma indefinida el pasado día 17-cuando el ejecutivo autonómico implantó la medida para frenar la propagación del coronavirus-, algunos establecimientos todavía se resisten a cumplir las normas y sirven copas de madrugada como si vivieran ajenos a la pandemia.

La Policía Local recorrió las zonas de ocio durante el fin de semana para vigilar la actividad de los locales de hostelería y detectó varias irregularidades. La más llamativa fue la de un pub de la Rúa da Cruz, en pleno casco histórico. Según explicó ayer el portavoz policial, los agentes acudieron al establecimiento en la noche del viernes al sábado, alrededor de la una menos cuarto de la madrugada, y comprobaron que se encontraba funcionando con total normalidad. "Al tratarse de un local catalogado como de ocio nocturno, no podía abrir al público. Pero además", señalaron, "ya había sido denunciado la noche anterior por el mismo motivo".

La Policía Local controló también los horarios de cierre, ya que la clausura total afecta solo a bares de copas, discotecas, salas de baile y locales con actuaciones musicales, mientras que bares y restaurantes pueden abrir sus puertas hasta la una de la madrugada -con imposibilidad de aceptar nuevos clientes a partir de las doce de la noche-, una norma que algunos tampoco acatan. De hecho, los agentes lucenses multaron en la noche del viernes al sábado, sobre las dos de la madrugada, a un establecimiento de la calle Río Lor, donde los clientes disfrutaban de la fiesta y consumían copas. La noche siguiente, sobre la misma hora, los policías denunciaron al responsable de otro local de la Rúa Salvador de Madariaga, "también por incumplimiento del horario máximo de apertura".

Cada vez que los agentes de la Unidad Territorial de la Policía de Barrio detectan una infracción de este tipo confeccionan el correspondiente acta de denuncia, que acarrea una sanción económica y puede derivar incluso en la clausura del establecimiento por orden municipal.

La mayor parte de los hosteleros lucenses acataron el cierre y no ven con buenos ojos que otros compañeros de profesión vayan por libre y se salten las normas, pero insisten en que cerrar el ocio nocturno no es la solución a la propagación del virus.

Al igual que manifestaron otros hosteleros de la provincia hace unos días -cuando se anunció la medida- Reyes Villar, del pub Versus XL de Lugo, considera que la decisión del gobierno de cerrar a cal y canto el ocio nocturno "es una injusticia". En su opinión, "la gente se contagia por el día y lo pagamos los que trabajamos por la noche. Tienen que poner alguna cabeza de turco y nos tocó a nosotros, porque para ellos somos el sector menos importante de todos; el sector terciario. En el último mes he visto playas a tope y sin control, plazas de toros a reventar y el metro hasta los topes como si no pasara nada. Nadie controla nada, pero resulta que donde se contagia la gente es en el ocio nocturno".

Reyes Villar critica además que se meta a todos los hosteleros en el mismo saco. "Yo sé de sobra que hay locales de ocio nocturno que no cumplen las normas, pero otros locales las cumplimos a rajatabla y ahora nos hacen pagar a justos por pecadores, mandando además a miles de personas a la calle", concluye.

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