El lobo mata de madrugada cinco ovejas en Samarugo

La propietaria de los animales ya había sufrido otro ataque a un ternero en mayo, que se suma a una larga lista de daños en la zona

La propietaria y los vecinos evaluando los desperfectos. S. IGLESIA
photo_camera La propietaria y los vecinos evaluando los desperfectos. S. IGLESIA

Un nuevo ataque del lobo en la parroquia vilalbesa de Samarugo ha acabado con cinco ovejas muertas en la madrugada del día 20. Para la propietaria, Adalia Fraga, del barrio de Udreiro, no es la primera vez, ya que "en maio xa me comeu un becerro, pero daquela non puidera denunciar porque só aparecera un anaco de pata e, se non hai animal, non conta", lamenta la afectada.

Las cinco ovejas eran el único ganado ovino que poseía, un sector al que duda volver, "a non ser que se controle a poboación do lobo". En esto también coinciden otros vecinos, que consideran "que era normal que antes se protexese, pero agora está descontrolado o número de exemplares".

Samarugo y otras parroquias próximas como Corbelle están siendo especialmente azotadas por la presencia de los cánidos. "Arredor do 50% das casas de por aquí sufriron algún ataque aos seus animais no que vai de ano", denuncian, a lo que añaden que "nunca houbera tanta problemática coma agora".

Adalia Fraga recalca que "o lobo estase poñendo tanto as botas por aquí, que a este paso non nos vai quedar gando e teremos que comezar a comer lobo". Recuerda también la pérdida de beneficios que suponen estas incursiones para los ganaderos: "Por un becerro morto dan uns 200 euros, así que perdes de gañar uns 800, máis ou menos. E polas ovellas dan moito menos, depende da idade que teña o animal".

Además, a los vecinos les preocupa la cercanía de los ataques, ya que en este caso ha sucedido a escasos metros de la vivienda familiar. "Recordo que cando era pequena e nevaba nos dicían que non saísemos da casa, que baixaba o lobo do monte, pero agora imos ter que irnos para o monte, porque o lobo xa o temos á porta", denuncia la propietaria afectada.

Para ellos, la solución ya no pasa por vallar las fincas —el lugar del ataque estaba cercado y los depredadores accedieron por un pequeño hueco en la red—, sino por denunciar públicamente e intentar nuevas batidas. No podrán ser hasta el mes de noviembre, por haber realizado ya una, sin resultados, el pasado 5 de agosto. Mientras, aguardan la compensación económica por parte de la Administración, aunque "a espera será longa e non compensa os danos causados".

Comentarios