La lista de morosos incluye más de 170 firmas gallegas que deben al fisco al menos 500 millones

Entre los 4.318 deudores a los que la Agencia Tributaria reclama más de un millón de euros aparecen cuando menos 8 empresas lucenses 

La cuarta lista de morosos publicada este jueves por la Agencia Tributaria contiene más nombres de compañías gallegas que en la edición pasada y, después de varias incorporaciones y algunas salidas, la deuda con el fisco desde el tejido empresarial de la comunidad es más abultada. Son, al menos, 500 millones de euros los que tenían pendientes de pago a cierre de diciembre más de 170 firmas a las que Hacienda reclamaba una cuantía superior al millón de euros, que son las que incluye este controvertido registro. 

Constructoras, canteras, negocios de los sectores del metal, textil, la madera o la alimentación y distribuidoras de carburantes copan un ránking que encabeza, de nuevo, Martinsa-Fadesa. La empresa protagonista de la mayor quiebra inmobiliaria de la historia lleva varios años en proceso de liquidación y a cierre de 2017 el fisco le reclamaba todavía 50,3 millones tras reducir la deuda en cerca de 15 millones en un ejercicio. 

Esa elevada cuenta por saldar y la sonada caída de una firma que fue paradigma de los estragos del estallido de la burbuja inmobiliaria hacen que destaque en una lista plagada de empresas vinculadas al mundo de la edificación, muchas ya sin actividad. En Lugo, Construcciones Clelia tiene pendientes 5,6 millones con Hacienda, Construcciones Mon de Burela debe 3,2 millones, Clefir otros 1,4 y la promotora Cinur adeuda 2,5. Si el abanico de abre a toda la comunidad hay muchos más nombres, muchas firmas quebradas. 

La segunda empresa gallega con más carga con el fisco vuelve a ser la Compañía Gallega de Licores, que se mantiene en 22,1 millones. El propietario de la empresa ubicada en San Cibrao das Viñas llegó a enfrentarse a la petición de ocho años de prisión por un presunto fraude con el Iva y el impuesto especial sobre el alcohol, pero finalmente fue absuelto. 

El podio al que a ninguna empresa le gustaría subir lo completa de nuevo Acería As Pontes. Tiene por abonar 21,5 millones, lo mismo que debía el año pasado y el anterior. Esta firma comparte administrador —Santiago Añón Rey— con la tercera en la lista, Armaduras Metálicas Lambda, cuya factura con la Agencia Tributaria se ha más que triplicado en doce meses, hasta los 15,5 millones. 

Casi la misma cuantía (15,3) reclama Hacienda a Biocarburantes de Galicia, se siguió aumentando el pasivo. La planta de biodiésel de Begonte en Lugo fue declarada en concurso de acreedores en 2016 ahogada precisamente por las deudas al decaer la producción de biocumbustibles por la competencia de productores como Estados Unidos o Argentina. 

El top five lo completa, al igual que en el informe anterior, SA de Desarrollo y Control (Sodesco) con 11,3 millones. A través de esta sociedad, el expresidente de la Vieja Pescanova Manuel Fernández de Sousa-Faro, procesado por la caída de la pesquera, controlaba parte de su participación en la empresa.

La presencia gallega en este listado —que en toda España saca a la luz la identidad de 4.318 empresas y particulares con una mora que en conjunto supera los 15.300 millones— integra varias compañías textiles. Entre ellas está Caramelo (2,1 millones), marca adquirida por la vallisoletana Postquam casi un año después de que presentara su liquidación. La desaparecida Pórtico tiene pendientes algo más de 3,9 millones y la firma  de complementos Dayaday, 1,3.

 El sector conservero, de enorme peso en la comunidad, también suma varios nombres en el registro. La viguesa Congelados y Conservas Galiciamar ronda los 3 millones de pasivo; la coruñesa Conservera Celta, más de 1,2, y a un coloso que ya forma parte del pasado, Bernardo Alfageme, aún le quedan por abonar casi 1,6. 

También figuran varias canteras, como la pontesa Áridos Forgaselo (1,48 millones), Áridos Lamas de San Sadurniño (1,34) y la fenesa Áridos de Reboredo (2,56). 

Una empresa señalada por el fisco de la que se ha hablado en los últimos tiempos por sus problemas es Blusens (4,4 millones), cuyo fundador, José Ramón García, fue detenido por la venta de un receptor que pirateaba contenidos televisivos de pago. 

Otro empresario en el punto de mira de la Justicia que aparece en la lista es el conocido como el rey de las orquestas, Ángel Martínez Pérez, Lito, a quien que se atribuye una deuda de 1,4 millones. 

Esas son las cuentas pendientes, pero los técnicos del Ministerio de Hacienda dicen que buena parte de esos morosos nunca pagarán y resaltan que el 44% de los 15.300 millones que se deben proceden de  contribuyentes en concurso.

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