Las vías secundarias se usan para evitar los controles y tienen el 80% de los accidentes

Muchos conductores continúan utilizando las carreteras secundarias de la provincia para evitar controles y eludir posibles multas. Sin embargo, es un error confiarse y pensar que los agentes vigilan únicamente las vías principales. De hecho, según explican desde el subsector de Tráfico de Lugo, los servicios se establecen principalmente en función de la accidentalidad, y las cifras revelan que las vías secundarias o convencionales acaparan alrededor del 80% de los accidentes de circulación.

En estas vías se producen además la mayor parte de los siniestros mortales. El año pasado, de las 27 personas que perdieron la vida en las carreteras de la provincia, tan solo cuatro fallecieron en autopistas, autovías o corredores. Y en lo que va de año, de las seis muertes registradas, cuatro fueron en vías secundarias y dos en carreteras principales. Así las cosas, Tráfico no baja la guardia en estas vías y establece controles con frecuencia. De hecho, esta semana –desde este lunes hasta el próximo día 21– pondrá en marcha una campaña especial de intensificación de vigilancia en las carreteras convencionales.

Según explican desde el subsector, los conductores usan a menudo estos viales para evitar controles, normalmente porque se ponen al volante bajo los efectos del alcohol o porque tienen el carné retirado. Para detectar a los conductores ebrios, Tráfico cuentan con el apoyo de los agentes de Seguridad Ciudadana. "En las poblaciones pequeñas", explican, "estos agentes tienen más contacto con los ciudadanos y ya saben si alguno tiene problemas con el alcohol. Ya identifican este tipo de conductas y tienen un etilómetro pequeño para hacer una primera prueba. Si da positivo, requieren nuestra presencia".

Los guardias controlan además el uso del cinturón de seguridad, ya que muchas veces los conductores que circulan por estas carreteras hacen desplazamientos cortos y no lo utilizan. El exceso de velocidad, sin embargo, no es una infracción muy frecuente en estos viales, ya que el límite está fijado por lo general en 90 kilómetros por hora y las propias características de la vía hacen muy complicado rebasarlo.

PELIGROS. Las carreteras secundarias son menos seguras que las autovías, autopistas y vías desdobladas. Los motivos son varios, ya que las intersecciones e incorporaciones suelen estar al mismo nivel, los trazados son más antiguos y suelen estar en peores condiciones, y hay más tramos estrechos, con curvas y de poca visibilidad.

Además, son carreteras por las que circulan vehículos agrícolas y por las que se cruzan con frecuencia animales salvajes. Precisamente, los accidentes de tractores están a la orden del día en la provincia de Lugo y Tráfico puso en marcha un plan de verificación de este tipo de vehículos. "Muchos no han pasado nunca ninguna revisión y esa mentalidad tiene que cambiar. Uno de los últimos fallecidos salió de noche con el tractor y cuando volvió a casa le fallaron las luces y precipitó por un terraplén. La gente tiene que pensar que un tractor es un vehículo y tiene que reunir unas condiciones de seguridad".

Otra gran problemática en la provincia son los atropellos a especies cinegéticas, fundamentalmente a corzos y jabalíes. El año pasado se registraron en las carreteras lucenses alrededor de 1.300 accidentes de este tipo y la gran mayoría ocurrieron en carreteras secundarias o convencionales. Estos siniestros no suelen ser graves en cuanto a daños personales, aunque los desperfectos en los turismos son importantes. Las administraciones realizan actualmente estudios para atajar el problema.