Las ventajas académicas del bilingüismo

Diecinueve alumnos de Lise Diwan, una escuela que imparte clase fundamentalmente en bretón y que destaca por sus buenos resultados académicos, visita el IES Xoán Montes
Grupo de estudiantes y docentes bretones, con Xosé Manuel González (izquierda)
photo_camera Grupo de estudiantes y docentes bretones, con Xosé Manuel González (izquierda)

"Si desde pequeño hablas dos idiomas te resulta más fácil aprender otros después, dice Tifenn Le Cann, una estudiante bretona de 15 años de la escuela Lise Diwan de Carhair en un aceptable español. Su compañero, Julian Le Bihan añade que ser bilingüe te abre la mente. Ambos creen que tiene muchas ventajas, aunque el 50% de su bilingüismo sea de un idioma no oficial y necesariamente vayan a hacer el último tramo de su vida académica en el otro 50%.

Los 19 alumnos del centro bretón que visitan Lugo con motivo de un intercambio cultural con el IES Xoán Montes son buena prueba de que, lejos de hacer el aprendizaje más lento o complicar las cosas a los chavales, estudiar en un idioma de los considerados minoritarios e incorporar otros por el camino tiene ventajas. Uno de los dos profesores que los acompaña, Alan Kloareg, admite que el centro en el que enseña suele destacar por sus buenos resultados académicos y que cuando los alumnos se examinan para el acceso a la universidad éstos resultan evidentes. Aunque la enseñanza se haga en bretón desde su escolarización -con el francés como segunda lengua e incorporando el inglés como tercera y el español como cuarta- y pese a que el examen sea en francés.

No es la única razón. Explica que los alumnos que eligen una educación en bretón presentan una disposición voluntariosa, suelen ser dedicados. "Eso hace el trabajo de los profesores más fácil", admite Kloareg, que también fue alumno de Lise Diwan.

Además, los alumnos como el grupo que visita Lugo estos días duermen cuatro noches a la semana en el centro escolar, de forma que se propicia la creación de "una red social" -explica- y suelen "ayudarse entre ellos".

Los chavales están encantados de haber viajado a Lugo, que es el primer sitio de Galicia que conocen. "La cultura es muy similar a la nuestra, en las dos tiene mucha importancia el mar", dice Tiffen, mientras Julian señala que la forma de vivir de bretones y gallegos le resulta muy similar.

Viven con familias de otros estudiantes del centro y en el centro Lugh. Manuel Fernández Veiga, alumno del Xoán Montes, acoge a dos en su casa. Aunque solo habla francés básico, como el español de sus huéspedes, se entienden "sen problema". Recurren a cualquiera de los dos idiomas o al inglés. En noviembre será él quien visite Carhair.

Los estudiantes bretones pasarán cinco días en Lugo, desde donde irán a Santiago, haciendo el último tramo del Camino, y Finisterre. También harán visitas guiadas por Lugo. Ayer mismo acudieron a la muralla en compañía de un especialista que les ayudó a poner en contexto la construcción y el significado del monumento.

El intercambio está organizado por el responsable de programas europeos del Xoán Montes, el profesor de Lingua Galega e Literatura Universal Xosé Manuel González. Para invierno, otro grupo de estudiantes lucenses acudirá a Francia, probablemente para una visita de duración similar a la que hacen los bretones. Está previsto que una decena de chavales acudan a ese viaje.

Los alumnos del centro bretón inician su vida escolar en ese idioma con el francés como segundo idioma y suman otros dos