Baltasar Garzón: "Las medidas represivas son insuficientes para acabar con el tráfico ilegal de drogas"

Baltasar Garzón, uno de los jueces más conocidos del panorama nacional, repasa en una entrevista todos los detalles de su lucha contra el narcotráfico gallego. "Cuando intervine, Galicia estaba a punto de convertirse en una pequeña Sicilia", declara
Baltasar Garzón
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El juez más conocido de la España contemporánea inició su trayectoria enfrentándose cara a cara al narcotráfico gallego. Garzón tomó las riendas del Juzgado Central de Instrucción Número 5 de la Audiencia Nacional el 29 de enero de 1988. En aquel momento no sabía que unos meses después llegaría a sus manos una carta redactada en la prisión pontevedresa de A Parda por Ricardo Portabales. Sería el germen de la operación Nécora y el inicio de una meteórica carrera en la AN que le situó en el centro de todas las miradas.

Admirado por muchos y odiado por unos pocos, las pesquisas que lideró contra la delincuencia económica y las más diversas fórmulas de corrupción que dominan España terminaron por apartarle de la carrera judicial en febrero de 2012. Se había granjeado enemigos muy poderosos después de haber investigado desde el terrorismo de ETA hasta la trama Gürtel, pasando por los presuntos crímenes de Guantánamo o del dictador chileno Augusto Pinochet. En la actualidad preside la Fundación Internacional Baltasar Garzón (Fibgar), mediante la que transmite conocimiento en materia de Derechos Humanos y Justicia Universal, además de ejercer la abogacía en casos de máxima relevancia.

¿Cómo conoció el problema que estaba ocasionando el tráfico y el consumo de sustancias estupefacientes en la década de los 80 y comienzos de los 90 en Galicia?

En realidad, el caso correspondió al Juzgado Central de Instrucción Número 5 de la Audiencia Nacional por el turno de reparto (la casualidad, pues, influyó). Pero previamente, el narcotraficante arrepentido Ricardo Portabales ya había declarado ante Luciano Varela, que por aquel entonces era juez en Pontevedra. Él fue el que elevó el caso a la Audiencia Nacional.

"En la operación Nécora tuvimos que investigar caso por caso y dato por dato para aquilatar la verdad del testimonio de Portabales"

¿Cuáles fueron las mayores dificultades para iniciar el proceso de investigación sobre las actividades de los narcotraficantes y llevar a cabo la operación Nécora?

El principal problema fue que, en un principio, todo se basó en las declaraciones de un arrepentido. Ello hizo que tuviésemos que investigar caso por caso y dato por dato para aquilatar la verdad del testimonio de Ricardo Portabales.

Un cuarto de siglo después y bajo el prisma actual, ¿qué importancia le concede a aquel operativo?

Fue importantísimo. Por primera vez pudimos golpear al corazón financiero del narcotráfico en Galicia, que llevaba camino de convertirse en una pequeña Sicilia. La operación Nécora abrió el camino a otras grandes operaciones contra el narcotráfico que convirtieron a España en pionera en la persecución de la ‘macrocriminalidad’ internacional.

¿Cómo valora el trabajo realizado en aquel momento por la Fiscalía y por la Policía en lo que se refiere al proceso de investigación?

Fue una labor extraordinaria. Lo realizaron, además, en circunstancias que en ocasiones eran adversas, pero la coordinación entre todos y la suma de esfuerzos fueron fundamentales para el posterior éxito de la operación.

"Se abrió el camino a grandes operaciones contra el narcotráfico que convirtieron a España en pionera"

¿Cuáles fueron las mayores dificultades a la hora de investigar a aquellas organizaciones criminales que dominaban el narcotráfico en Galicia?

En aquel momento apenas existía coordinación internacional entre policías (un sistema esencial en las investigaciones contra los grupos de narcotraficantes que operan en la actualidad a uno y otro lado del Atlántico) y tampoco existía cooperación judicial. Afortunadamente en este aspecto se ha avanzado mucho y actualmente las investigaciones no conocen fronteras a la hora de perseguir a la criminalidad internacional.

¿Hasta qué punto marcó la operación Nécora su posterior trayectoria profesional?

Todos los casos que han pasado por mis manos, desde los GAL hasta ETA, el narcotráfico o el terrorismo internacional, y muchos otros, han marcado y conformado mi vida profesional, que siempre ha estado y estará enfocada en aplicar la Justicia y defender a las víctimas.

"Con una legalización selectiva se conseguiría eliminar la vertiente criminal y convertir el comercio y el consumo en un problema de salud pública, como lo son el alcohol y el tabaco"

Se estima que los jóvenes se inician en el consumo de drogas a los doce años. ¿Qué medidas tomaría para erradicar el tráfico y el consumo?

Las medidas represivas se ha demostrado que son insuficientes contra el tráfico ilegal. Hace años que me manifiesto a favor de una legalización selectiva y controlada, y cuando digo controlada me refiero a que las medidas de prevención y educación son imprescindibles para atajar el consumo, sobre todo en los más jóvenes.

Algunos expertos opinan que la posible regulación sería lo más eficaz en los aspectos económico, sanitario y social. ¿Qué opina?

Con ello se conseguiría eliminar la vertiente criminal y convertir el comercio y el consumo en un problema de salud pública, como lo son el tabaco y el alcohol. Las personas harían uso (de las drogas) a su libre albedrío. Todo el esfuerzo iría enfocado a evitar el consumo de sustancias dañinas para la salud.

¿Qué organismo o institución debería abordar el debate sobre la legalización de las drogas?

Creo que el debate debería partir de un movimiento global, a nivel tanto institucional como social. Queda mucho camino por recorrer en ese aspecto. Pienso que lo que se necesita es la voluntad y el consenso de toda la sociedad.

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