Las ambulancias de Monforte,sin espacio para salir de su garaje

Los operarios denuncian la habitual presencia de coches aparcados que dificultan sus maniobras y critican al Concello por no intervenir
Salida de la ambulancia en la monfortina Rúa Abeledos
photo_camera Salida de la ambulancia en la monfortina Rúa Abeledos

Los conductores y técnicos que trabajan en las ambulancias de Monforte llevan años reclamando al Ayuntamiento un espacio mayor para sacar a la calle los vehículos de su garaje, situado en el número 33 de la Rúa Abeledos. Los trabajadores señalan que apenas tienen sitio para maniobrar por culpa de la habitual presencia de coches particulares estacionados cerca de la puerta del depósito.

El tramo reservado al tráfico en esta calzada del centro de Monforte, que circula en sentido único desde el Campo de San Antonio hasta el hospital, ya es de por sí muy estrecho. En la acera contraria al garaje, a muy poca distancia de la salida de las ambulancias, se levanta una farola cuya presencia se convierte en un obstáculo más a sortear cuando hay vehículos detenidos a ambos lados del vado.

«Non é a primeira vez que lle damos algún golpe á farola. Saímos coma podemos e, ás veces, temos que invertir moitos minutos en maniobrar, o cal non é o ideal para un servizo de emerxencias coma este», señala uno de los operarios. «En ocasións vémonos na obriga de marchar en dirección prohibida», añade.

La farola situada en la acera de enfrente se ha llevado algún golpe debido a la estrechez del espacio para la salida de ambulancias

Los encargados de las ambulancias reclaman al Ayuntamiento que tome medidas para reducir esta problemática. Una de sus propuestas fue la instalación de pivotes para restringir la presencia de coches en este espacio. «Tivemos moitas reunións co alcalde e non só non instalou os pivotes diante do noso garaxe, senón que o luns puxo tres uns metros cara arriba, na mesma rúa», sentencia, molesto, el mismo trabajador.

Desde el equipo de técnicos y conductores de las ambulancias han tirado de imaginación para combatir esta circunstancia. Por un lado, han puesto un cono triangular de color naranja a unos centímetros de cada lado del vado. Como la medida, según explican, no surte demasiado efecto, un vecino les ayuda estacionando su coche particular de tal manera que apenas queda sitio para aparcar cerca del vado.

En la mayoría de las ocasiones, los operarios de las ambulancias acaban llamando a la Policía Local para salir a atender alguna urgencia. «O peor de todo é que, legalmente, os condutores si poden aparcar aquí, aínda que só por civismo non deberían facelo», dice el técnico, que muestra un pequeño tramo de acera pintado de amarillo por ellos mismos para evitar el estacionamiento de los vehículos.

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