na de las piezas fundamentales de las alrededor de 50 en lsa que se dividió la operación Carioca, la relacionada con las actividades en los burdeles Queens y La Colina, ha concluido su investigación. En el auto de transformación en procedimiento abreviado, la jueza Pilar de Lara ordena el archivo de las acusaciones contra 14 de los 21 investigados y propone llevar a juicio a los otros siete, si bien en cuatro de esos casos lo hace en contra del criterio de la Fiscalía, que había renunciado a acusar, entre otros, a dos policías locales y uno nacional.
El fiscal planteó el archivo para los tres policías locales investigados, pero la jueza cree que al menos dos deben ir a juicio
El Queens y La Colina son los dos prostíbulos situados en el epicentro de la operación Carioca, los que más mujeres tenían prostituyéndose de todos los investigados y los que supuestamente recibían una mayor protección por parte de miembros de los cuerpos policiales. Su propierario, José Manuel García Adán, es por el momento la única de las alrededor de un centenar de personas investigadas en esta operación que ha sido condenada en firme, si bien la pena a 21 años fue por los malos tratos a su expareja. Ahora, Pilar de Lara cree que hay motivos para llevarlo de nuevo al banquillo por al menos 16 delitos, relacionados con prostitución coactiva, derechos contra los trabajadores extranjeros, tráfico de personas, asociación ilícita, prostitución de menor, amenazas, falsedad documental, tenencia de armas, tráfico de drogas y cohecho.
LOS OTROS PROCESADOS. Junto a él, procesa al que era encargado de La Colina, a la expareja de este por ayudar supuestamente a captar y controlar mujeres y a uno de los camareros. Se da la circunstancia de que la Fiscalía (que es en último término la que decide a quién se lleva a juicio y por qué) ya había pedido el archivo de las acusaciones contra la mujer y el camarero, pero la magistrada entiende que hay pruebas de delitos.
Lo mismo sucede con un policía nacional que trabajaba en el aeropuerto de Barajas y supuestamente facilitaba la entrada de las mujeres, que está procesado por motivos similares en otro caso y el fiscal entendía que eran actuaciones que se debían acumular.
Y, sobre todo, con dos de los tres policías locales que presuntamente daban protección a García Adán. El principal de ellos, el sargento Ramón Vázquez Río, que incluso estuvo en prisión por estos hechos. De Lara es partidaria de procesar a ambos.
